La actualización fue presentada este martes por el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado, y la directora de la 24ª. edición del diccionario, la académica Paz Battaner.
Por iniciativa del escritor y académico español Javier Marías, fallecido este año, se incluye en el diccionario “sobrevenido” (impostado o artificial); “hagioscopio” (abertura pequeña hecha en la pared de una iglesia para ver el altar) o “traslaticio” (perteneciente o relativo a la traducción).
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Nuevos usos de palabras en gastronomía, ocio, género, entre otros, bastantes vocablos de especialidades de ciencia, industria y tecnología, medicina, física o química, medioambiente, economía y derecho, sociología o deportes son los temas que más novedades aportan.
Así, “micromachismo” se define como forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos, gestos o expresiones habitualmente inconscientes; “portuñol”, habla de base portuguesa que incorpora numerosos elementos lingüísticos del español, o “puntocom”, referido a las empresas que desarrollan su actividad económica principalmente en internet.
“Gusa”, “dingo”, “garciamarquiano”, nuevas palabras de la RAE
“Mamitis” (excesivo apego a la madre), “potar” (vomitar), “gusa” (hambre), “copiota” (copión), “rular” (funcionar) y “cuarentañero” son algunas de las palabras que aporta el lenguaje coloquial.
En el ámbito social se añade la palabra “edadismo” (discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores). Y otra de las incorporaciones es “ruralizar” o la nueva acepción para el término “brecha”, referida a la distancia entre situaciones o cosas o grupos de personas, sobre todo por la falta de unión o cohesión.
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Las nuevas incorporaciones de la tecnología son, entre otras, “macrodatos” y “videojugador”, o las expresiones “comercio electrónico”, “minería de datos”, “obsolescencia programada” o “vida útil”.
Del mundo gastronómico se suman a la actualización “panetone” o “panetón” (bizcocho navideño de origen italiano); nuevas acepciones de “sancocho”, en referencia al guiso español de las islas Canarias, y “compango”.
Y de las ciencias naturales se incorporan voces como “dingo” (mamífero cánido australiano), “mantarraya” (pez de mares templados) y “facóquero” (mamífero artiodáctilo africano), mientras que de la medicina llegan al diccionario “cortisol”, “hiperinmune”, “lidocaína” o “monodosis”.
De la literatura, los adjetivos “garciamarquiano” o “cortazariano”, relativos a los escritores Gabriel García Márquez y Julio Cortázar.
Battaner explicó también cómo del sustantivo “corte”, derivado del verbo cortar, se han incorporado cuatro acepciones nuevas: cada una de las composiciones musicales de un disco; interrupción en una emisión radiofónica o televisiva para la publicidad; fase en un proceso de selección; y trozo de helado.
“Conspiranoia”, tendencia a interpretar determinados acontecimientos como si fueran una conspiración, y su derivado “conspiranoico” son otras de las novedades, así como algunas acepciones de palabras que solo se usan en los medios de comunicación como “mercurio” (sinónimo de “temperatura”) o la palabra “tema”, que se usa ahora como composición musical moderna.
Son en total 3.152 novedades, no solo incorporaciones de términos, sino también enmiendas de entradas ya existentes y supresiones.
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