El resguardo Tata Drua, del pueblo Embera Chamí, localizado en la vereda Río Lejos de Pijao (Quindío), sigue a la espera de que el municipio le entregue las licencias  de concesión de servicios públicos para el terreno que le fue otorgado por la Agencia Nacional de Tierras, ANT, en el 2021, esto con el fin de acceder a saneamiento básico, lo que incluye el suministro de agua potable, la disposición adecuada de aguas residuales y excrementos, además de la eliminación segura de residuos sólidos.

El saneamiento es esencial para prevenir enfermedades infecciosas, que pueden ser causadas por la exposición a aguas contaminadas o la falta de higiene básica. Además, es importante para preservar el medio ambiente y promover la sostenibilidad.

En el resguardo, que es habitado por 97 indígenas, cocinan con leña, deben hacer uso de linternas o velas para poder iluminarse, disponen de huecos en el suelo para sus necesidades y deben recorrer varios kilómetros para tener agua limpia.

Luis Evelio Tamanisla, gobernador de la comunidad, dijo que la secretaría de Planeación del municipio aún no les ha suministrado una Licencia ambiental

“Nosotros llevamos todos los documentos requeridos a la secretaría de Planeación a mitad del 2022, pero dijeron que no podían entregarnos la licencia porque según ellos, el predio está ubicado en una zona de alto riesgo” afirmó Tamanisla.

No obstante, desde la secretaría de Planeación indicaron que, a la fecha, la comunidad no ha radicado ninguna solicitud, por lo cual reiteraron que el gobernador debe llevar la resolución y el certificado de tradición a la alcaldía, para poderle dar a conocer cuáles son los requisitos para generar una licencia de concesión de servicios públicos.

Respecto al servicio de energía, aseguraron que ya pasaron el caso a un ingeniero y que, por lo tanto, está pendiente la realización de una visita técnica para generar un acta que debe ser llevada a la Empresa de Energía del Quindío para iniciar el proceso.

 En relación a los pozos sépticos también tendría que ir un ingeniero civil a realizar un diagnóstico para indicar la forma en la que deben ser construidos. Sin embargo, desde la secretaría no mencionaron que el predio se encontrase en alto riesgo.

NUEVA CRÓNICA conoció el acuerdo 179 del 2021, mediante el cual el consejo directivo de la Agencia Nacional de Tierras, ANT, constituyó el resguardo indígena, con 3 predios colindantes de propiedad de la agencia, son ellos Altagracia, Buenos Aires y La Esperanza, del Fondo de Tierras para la Reforma Rural Integral.

El área total del terreno con el cual se constituyó el resguardo es de 9 hectáreas con 8.494 metros cuadrados y, según el mismo acuerdo, la subdirección de Asuntos Étnicos mediante el radicado 20215100150841 del 13 de octubre de 2020 solicitó a la alcaldía municipal de Pijao, la certificación de uso de suelos amenazas y riesgos para los 3 predios -Altagracia, Buenos Aires y La Esperanza-, y la volvió a solicitar a través del oficio 20205101190261 del 17 de noviembre de 2020, a lo que se le respondió “por medio del radicado S.P.M.I. RAD 052 del 2 de febrero de 2021, la secretaría de Planeación del municipio de Pijao, Quindío,  que emitió el uso de suelo, indicando que su uso es de producción agropecuaria en suelo de clase I”.

Frente al tema de amenazas y riesgos, la misma secretaría respondió que, “de acuerdo con el Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT), los predios se encuentran ubicados en su mayoría principalmente en zonas de amenaza media, y algunas pequeñas zonas en amenaza alta por movimientos en masa”, dice el documento.

Sin embargo, la misma dependencia aclara en el documento que la escala a la cual fueron analizados los predios fue a 1:100.000, tomado del Mapa Nacional de Amenazas por Movimientos en Masa, elaborado en el año 2015 por el Servicio Geológico Colombiano; por lo que “para cualquier decisión o análisis debe considerarse la escala bajo la cual fue elaborado el mapa de amenazas”.