“Jugar a que [Maduro] está derrotado y que solo falta un empujoncito puede ser un grave error de cálculo”, escribe González en su columna del diario capitalino, y desestima también que pueda llegar “una gran marea humana […] que desestabilice al régimen” con el concierto de este viernes y la jornada de entrega de ayuda humanitaria este sábado.

Más bien, todo eso, teme González, “puede ser una innecesaria provocación que encierra no pocos riesgos”, y subraya que en las actuales circunstancias, como decía Mao Tse-tung, “una sola chispa puede incendiar la pradera”.

En esa preocupación se inscribe la idea del columnista de que se podría extrañar al expresidente Juan Manuel Santos, señalado por muchos como “cómplice de la dictadura” venezolana. A González, sin embargo, Santos se le debe antojar más diplomático.

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“Una innecesaria provocación que dará munición al régimen chavista para esgrimir ante sus aliados que lo que enfrentan es el asedio de grandes potencias, y fracturar la presión internacional en favor de quienes prefieren una solución política y pacífica a la crisis”, añade González

Pero la preocupación del columnista va más allá. Para él, otro riesgo que se corre con lo que está pasando en la frontera es “continuar plegados a la intemperancia de Trump y a la maraña de una supuesta opción militar, para que al final no sean los intereses de Colombia los que necesariamente primen en la resolución de la crisis”.

“¿Qué puede pasar si los misiles tierra-aire que Maduro entregó a los colectivos chavistas caen en manos del Eln o si repiten la estrategia cubana de los 80, en el éxodo de Mariel, de vaciar cárceles y hospitales psiquiátricos para enviar al ‘hostil’ vecino?”, pregunta.

Por su parte, Darío Arizmendi, director de ‘6AM Hoy por Hoy’ de Caracol Radio, hizo una advertencia similar a la de González: “Acuérdese que las peores conflagraciones de la humanidad se han prendido por una chispa, por un disparo, fortuito o deliberado, de un grupo paramilitar, de una milicia bolivariana. Y ahí sería Troya”.

Pero aclaró que el problema no sería para Maduro, sino para Colombia, porque “decidió ser agente activo de este tema con todas sus consecuencias también”.