El drama no para. En las morgues de Caldas sigue subiendo la cifra de cuerpos sin identificar, que reposan allí a la espera de un familiar.

Hace cuatro años La Patria reportó que eran 643 los cadáveres sin dolientes. Hoy ese dato está en 790, según información de Medicina Legal.

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En las cifras hay algo que llama la atención con respecto al 2018. Se trata del caso de La Dorada. Hace cuatro años registraba 72 cuerpos en esas condiciones y hoy reporta 190.

Alerta

Carolina López Giraldo, directora del Centro de Estudios sobre Conflicto, Violencia y Convivencia Social, de la Universidad de Caldas, opinó que lo que pasa en el puerto caldense debe generar una alerta entre las autoridades.

“Esos datos, no solo en La Dorada, sino además en Caldas, se deben cruzar con algunas hipótesis relacionadas con los procesos de reconfiguración de grupos armados en el territorio. Hacer un llamado a la Fiscalía sobre qué investigaciones se adelantan por estos hechos que, quizá, nos hacen alusión a un contexto de desaparición de personas, que continúa en el departamento o que son traídas de otras regiones y asesinadas acá. Hay que dar con los responsables y adelantar una trazabilidad y seguimiento con el ente acusador y Medicina Legal sobre qué reportes arrojan estas necropsias (tipo de muerte, clase de arma, si son accidentales)”.

Por último, expresó que se debe generar una alerta y que estas cifras no pueden ser naturalizadas, ni normalizadas. Por el contrario, se vuelven motivo de preocupación para todos.

“Una alerta temprana de la Defensoría expresó que hay procesos de reconfiguración de grupos armados en algunos municipios caldenses, entre ellos La Dorada. Hay un discurso de negativismo que siempre han manejado las instituciones relacionadas con derechos humanos, que no ayudan a solucionar este problema. Dicen que no hay grupos armados, ni cultivos ilícitos, ni reclutamiento, no violación de DD. HH. Estas cifras evidencian que sí pasa algo”, concluyó.

Los desaparecidos

Un informe presentado ante la JEP dio cuenta de 187 desaparecidos en el Magdalena Caldense. El 43 % habría terminado en los ríos, el 39 % en fosas clandestinas y el 15 % en cementerios.

De otro lado, el Registro Único de Víctimas contiene reportes de 1.028 casos en La Dorada, 119 en Norcasia, 551 en Samaná y 129 en Victoria.

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Historial

En el 2018 había 643 cuerpos sin reclamar, tras registro de los últimos 30 años. En agosto del 2020, 771. Este año, 790.

2018

  • Manizales: 505 (428 hombres, 42 mujeres, 25 no determinado por el estado del cuerpo).
  • La Dorada: 72 (62 hombres, 8 mujeres, 2 no determinado).
  • Pácora: 3 hombres.
  • Belalcázar: 1 hombre.
  • La Merced: 1 hombre.
  • Salamina: 8 (5 hombres, 2 mujeres, 1 sin determinar).
  • Anserma: 16 (14 hombres, 1 mujer, 1 sin determinar).
  • Manzanares: 11 (10 hombres y 1 sin determinar).
  • Aguadas: 1 hombre.
  • Chinchiná: 18 (16 hombres, 1 mujeres y 1 sin determinar).
  • Riosucio: 7 (5 hombres, 1 mujer, 1 sin determinar).

2022

  • Manizales: 516 (434 hombres, 50 mujeres, 32 no determinado por el estado del cuerpo).
  • La Dorada: 190 (166 hombres, 20 mujeres, 4 no determinado).
  • Pácora: 2 hombres.
  • Belalcázar: 1 hombre.
  • La Merced: 3 (2 hombres y uno sin determinar).
  • Salamina: 8 (5 hombres, 2 mujeres, 1 sin determinar).
  • Anserma: 19 (17 hombres, 1 mujer, 1 sin determinar).
  • Manzanares: 11 (10 hombres y 1 sin determinar).
  • Aguadas: 2 hombres.
  • Chinchiná: 28 (23 hombres, 4 mujeres y 1 sin determinar).
  • Riosucio: 8 (6 hombres, 1 mujer, 1 sin determinar).
  • Supía: 2 hombres.

Cabe resaltar que, esas morgues reciben cuerpos de los municipios que están alrededor o de los ríos que pasan por su jurisdicción.

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El paso a paso

  • Un cadáver se declara como no identificado (NN) cuando, al hacer la inspección técnica, no le encuentran documentos. Al llegar a la necropsia el cuerpo es fotografiado, se registran señales básicas como tatuajes, cicatrices, manchas, entre otros. Además, se toman las huellas de los dedos, carta dental y muestra de sangre para una futura prueba de ADN.
  • En principio, a los que no reclaman, los almacenan en el cuarto frío y después de determinado tiempo, dependiendo de las necesidades del servicio, los inhuman en el cementerio San Esteban, por medio de un convenio establecido entre la Alcaldía de Manizales y funerarias locales.
  • La identificación es de los objetivos más importantes, pero se va dificultando por el estado de los cuerpos que ingresan a las sedes.
  • En muchos casos llegan esqueletizados o en avanzado estado de descomposición, por lo que es muy difícil tomar huellas para, por dactiloscopia, cruzar la información con la suministrada por la Registraduría Nacional del Estado Civil.
  • Otra forma de identificar los cuerpos en estas condiciones es por medio de la carta dental. Es decir, un examen con la descripción de cada pieza dental para compararla con las historias clínicas que estas personas tuvieron en vida.
  • Por último, está la prueba de ADN, pero para este proceso se debe contar con las muestras de los familiares, para cotejarlas y así establecer una coincidencia en los cromosomas y alelos.
  • Por eso es muy importante que las personas que crean que tienen familiares muertos o desaparecidos se acerquen y manifiesten el deseo de depositar la muestra para el banco de perfiles genéticos. Sin embargo, hay fallecidos que quizá no tienen allegados.
  • ML también intenta ubicar a los familiares de estas personas. Cuando los cuerpos lo permiten, se toman fotografías de filiación. Es decir, de la cara, en la que se enmarcan los límites del rostro. Además, imágenes de la ropa o de señales particulares como tatuajes, cicatrices, material de osteosíntesis, entre otros.
  • Hay otros cuerpos, sobre todo los que sacan de ríos, que quedan irreconocibles. No hay forma de saber siquiera si están reportados como desaparecidos. En el agua se dilatan, estallan y si tienen cicatrices y/o lunares se disuelven con la piel, sin dejar pistas. Incluso, los dientes se pierden con los golpes contra las piedras.
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¿Cómo indago?

  • Instaure la denuncia por desaparición para que las autoridades inicien con el proceso de búsqueda y cruce de información interinstitucional para establecer presuntos candidatos.
  • Si es necesario, done una muestra de sangre para realizar los perfiles genéticos y posteriormente cruzarlos con los de las cadáveres que se encuentran en condición de no identificados (CNI).
  • Con el banco de perfiles genéticos que se está implementado, los familiares que tengan algún pariente desaparecido pueden acercarse a cualquiera de las sedes del ML para que se le realice la toma de la muestra de sangre, el posterior cruce y se almacene en el banco de datos genéticos.