El espacio radial lo abrió la emisora con una pregunta suave, como para romper el hielo: ¿Se ha robado algo de un hotel?, a lo que Santos respondió sin mayor dilación: “No”.

Pero en la segunda pregunta se quebró el espíritu del segmento, pues en la respuesta Santos tuvo que pensar mucho.

¿Cuál es la pregunta más difícil que le ha hecho un hijo?, le dijeron al también periodista, que no encontró una respuesta tan rápido como para la pregunta anterior.

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“…Uy, tantas… Espérese a ver… Espérese a ver… Espérese a ver… La pregunta más difícil que me ha hecho un hijo…”, dudó Santos, hasta que encontró la solución, después de un largo silencio.

“No. Quizá la de Pedro: ‘¿Qué te parece que yo sea gay?’”, dijo Santos.

¿Y usted qué le contesto?, agregaron en la emisora. “Que no me importaba. Que era su vida y que yo lo respaldaba y lo apoyaba totalmente”, volvió a responder.

En el mismo espacio, Santos reconoció que la última persona que le sacó la piedra fue su esposa (“me la saca a cada rato”); que le tiene miedo a la hipocresía; que le hubiera gustado nacer con el talento de un músico; que antes de dormir lee o ve series de Neflix; que detesta las arvejas; y que su peor cita fue cuando llegó del exterior a visitar a una novia y cuando entró a la casa ella ya estaba con otro.