Pero la revista cree que ese escenario no llegará.

“Los colombianos no están dispuestos a aceptar que Timochenko esté buscando la presidencia y Álvaro Uribe esté tras las rejas… Aun sin condena, el solo hecho de que Uribe llegue a ser llamado a indagatoria generaría un terremoto político. La mitad del país lo cree inocente y objeto de una persecución política, independientemente de las pruebas. Y la otra mitad cree que es culpable, también sin importar si hay pruebas o no”, dice Semana.

El mismo expresidente ya da por hecho que será citado a indagatoria en la Corte, mencionando como fuente a un magistrado que habló con un alto ejecutivo de Semana, que el viernes daba por hecho que el recurso presentado por el expresidente no tendría éxito, pues sería respondido por los mismos que emitieron el fallo en el que piden que sea investigado.

La tesis de la revista es que este asunto mezcla lo jurídico y lo político, aunque teóricamente la Corte debe decidir en derecho, no políticamente.

De hecho, la decisión de pedir que el expresidente sea investigado fue una decisión en derecho, según se deduce de la lectura de la sentencia, revelada hace una semana.

La Corte basa su decisión en la interceptación de cientos de llamadas a involucrados en el proceso, hechas legalmente a lo largo a años.

En el marco de la acusación contra Cepeda por usar a los testigos ‘falsos’, Pablo Hernán Sierra García y Juan Mosalve Pineda, para demostrar que el bloque Metro de los paramilitares había sido creado en la hacienda Guacharacas, de propiedad de la familia Uribe, el expresidente sacó otros 2 testigos paramilitares, Ramiro Henao Aguilar, alias ‘Simón’, y Gabriel Muñoz Ramírez, alias ‘Castañeda’.

“Esos testigos (Sierra y Monsalve) aseguran que hicieron parte del bloque Metro y que esa estructura fue creada en la hacienda Guacharacas, de la familia Uribe Vélez, poco después de que el Eln asaltó la propiedad, quemó la casa principal y robó cerca de 600 reses. Específicamente, los testigos aseguran que 3 parejas de hermanos fundaron ese grupo paramilitar: Álvaro Uribe Vélez y Santiago Uribe Vélez; Santiago Gallón Henao y Pedro Gallón Henao; Luis Alberto Villegas Uribe y Juan Guillermo Villegas Uribe”, dijo Semana cuando reseñó la decisión de la Corte.

Las interceptaciones (en una de las cuales lanza un sonoro hijueputazo) prueban que Uribe tenía contacto con Juan Guillermo Villegas Uribe, a pesar de que lo había negado.

Desde el teléfono del mismo Villegas Uribe, se llamó insistentemente a otro de los testigos de Uribe, Óscar Monsalve, padre del testigo de Cepeda, y quien fue administrador de la finca, luego de que este rindiera testimonio ante la Corte.

Villegas aparece en otras llamadas dando instrucciones a la familia Monsalve.

En su testimonio, Monsalve “se mostró “nervioso y dubitativo”, dijo no saber de ninguna irregularidad y aseguró que “hacía mucho tiempo” no tenía ninguna comunicación con Juan Guillermo Villegas”, dijo Semana al reseñar el fallo de la Corte.

A uno de los encuentros personales entre Álvaro Uribe y Juan Guillermo Villegas Uribe asistió un hombre identificado como José Humberto Gómez Garro.

“Gómez Garro había visitado en la visitado en la cárcel de Itagüí a alias Simón y a alias Castañeda, en varias ocasiones antes y después de que Uribe los presentara como contratestigos en el debate en el Congreso y ante la Corte Suprema de Justicia”, dijo Semana cuando reseñó la sentencia.

“La Corte deduce de todos estos hechos que los testigos del expresidente Uribe mintieron deliberadamente”, dice Semana.

El argumento de que el caso es mezcla de lo jurídico y lo político es también respaldado por la revista por la mención de las suspicacias que ha generado el hecho de que el fallo haya salido 3 semanas antes de las elecciones, que deben decidir el candidato de la derecha.

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Pero la misma revista recuerda que fueron los mismos representantes de las partes los que pidieron agilizar las decisiones.

Pero lo que es cierto es que el principal autor de la tesis de la persecución política por parte de la Corte es el mismo expresidente Álvaro Uribe.

Uribe no puede invocar parcialidad de esta Corte, pues fue él quien precisamente acudió a ella para buscar una condena contra Cepeda.

Analistas dicen que fue por lana y salió trasquilado.