Después de superar sus problemas de salud, que la llevaron incluso a estar internada en un hospital, y que incluyeron hasta un cuadro de depresión, la senadora Piedad Córdoba, elegida por el Pacto Histórico, regresa este martes al Congreso, pero no apoyará particularmente una de las reformas que impulsa el Gobierno del Gustavo Petro.

Se trata de la reforma política, otra de las banderas más importantes de Petro, al punto de que el ponente principal ha sido el senador Roy Barreras, presidente del Congreso y uno de los enlaces directos del Legislativo con el Ejecutivo. Esa gestión se ha notado, pues es la única propuesta del Gobierno que ya va para tercer debate.

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Sin embargo, Córdoba asegura que ella no comparte esa reforma porque dice que “es una puerta giratoria para que algunos salgan del Congreso y se vuelvan ministros, y después de ministros vuelven al Congreso”.

“Fue uno de los aspectos que la Constitución del 91 inclusive derogó”, dijo Córdoba en Caracol Radio. “Entonces, yo siento que la reforma es regresiva y que está volviendo a hechos que enrarecieron la política”.

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Para Córdoba, la reforma política tiene una particularidad que le parece “preocupante”, y es el hecho de “generar un mismo grupo, una misma rosca, o sea que obstruye la posibilidad de nuevos liderazgos”.

También dijo en el mismo medio que regresa “con entusiasmo, con muchas ganas”, y que se va a dedicar “más que todo a lo social. Hay mucho por hacer y apoyar los proyectos importantes que tiene el presidente Petro”.

También admitió en la emisora que tuvo depresión. “Afortunadamente donde estuve recluida casi un mes en Medellín por el problema que tenía además de una depresión. A la gente le da como miedo hablar que tiene depresión. En mi caso, con una persecución tan brutal, pues estuve en manos de psiquiatra. Ya me siento bien, me siento tranquila”.