Detalles de lo que será la mesa de diálogo que comienza este jueves en Bogotá para tratar de desactivar las aglomeraciones de jóvenes en puntos neurálgicos de la ciudad, y que casi siempre derivan en violencia y actos vandálicos, los dio Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de la capital, pero parece un camino sembrado de incertidumbres.

La razón es que Gómez admitió que los jóvenes que se autodenominan como de la ‘primera línea’ “son grupos muy dispersos y no tienen líderes definidos. Aunque se autodenominen ‘primera línea’, bajo esa denominación hay muchísimos grupos, unos mucho más beligerantes, hay unos violentos. Hay otros que son personas muy estructuradas que buscan el diálogo”, dijo el funcionario en Caracol Radio.

“Por la heterogeneidad del grupo, somos muy prudentes frente a las expectativas de a lo que pueda conducir el diálogo, sabiendo que hay unos que van a estar, aquellos que quieren construir. Nosotros estamos listos para construir con ellos”, agregó Gómez, y después lanzó una advertencia: “Los que no quieren construir, sino que quieren destruir, pues vamos a estar pendientes con la fuerza pública, como corresponde”.

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Aclaró en esa emisora que el objetivo de la mesa de diálogo, que va a liderar él y no la alcaldesa Claudia López, es plantearles que “todo el esfuerzo que se lleva es para que haya trabajo en el diálogo, en la concertación, y no más movilizaciones. Esa va a ser nuestra primera solicitud”.

Otro objetivo es reconocer que “todos estos vecindarios, y todos en Bogotá, están agotados. Nadie tolera un bloqueo. Nadie está tolerando ninguna forma de violencia”, continuó Gómez, y recalcó su advertencia inicial: “Quienes estén dispuestos a acompañar este proceso, bienvenidos. Los que no, no harán parte de este espacio y tendremos el ejercicio legítimo del restablecimiento del orden en esos dos lugares [portales de Las Américas y de Suba, principalmente]”.

Aclaró que los del comité del paro nacional, “que son organizaciones sociales, no eran los que estaban en las calles todos los días. Ellos salían cada que ponían una convocatoria”. Además, subrayó que “los que estaban en las calles todos los días eran colectivos de jóvenes de distintos grupos, no solo de ‘primera línea’. Ahora solo quedan los grupos más violentos”.

De acuerdo con Gómez, para llegar a esta mesa de diálogo se tomó casi un mes, con facilitación de la ONU y de la iglesia, y se logró “que un número importante de los que se encuentran allí participen en las mesas”.

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Luego hizo una salvedad tan seria como para que las preocupaciones de la ciudad no se disipen del todo. “El esfuerzo lo han hecho también nuestros alcaldes locales a través de varios espacios y encuentros previos preparatorios, pero esto no garantiza que todas las personas que están en las calles estén representadas, o se sientan representadas, por las personas con las que nos vamos a reunir”.

“Es altamente representativo, pero no garantiza que todos se sientan recogidos”, dijo Gómez tratando de mitigar, pero se sostuvo en no crear falsas expectativas. “Insisto: esto no es como negociar con un sindicato. Este es un proceso territorial muy disperso, muy heterogéneo, en escenarios muy difíciles precisamente por restringir [los jóvenes] su identidad y otros factores”.

Creo que muchas de las personas que se encuentran allí, que han estado cubriendo su rostro, hoy entienden que la ciudadanía rechaza mayoritariamente que esto continúe, que siga la violencia, y por eso ellos han solicitado a través de los mediadores que viene trabajando hace semanas, como ONU, la iglesia, y ayer directamente con un comunicado han solicitado que restablezcamos el diálogo”, agregó Gómez.

Dijo que la administración sí está dispuesta a dialogar, “pero sin ceder, por supuesto, en la tranquilidad ni en el orden que se ha logrado restablecer en la ciudad. Los límites de la conversación son muy claros: esto se trata básicamente de que en los lugares donde ellos han estado activamente se restablezca plenamente la convivencia y que los procesos de protesta que, hay que decirlo con claridad, se han tornado violentos, y más en estos últimos días, tengan hoy un desenlace político”.

Explicó que ´político´ quiere decir que las propuestas que ellos tengan se puedan tramitar de distintos mecanismos. “Hay unos temas de carácter local, hay proyectos e iniciativas para juventud que ellos han solicitado, estamos listos para trabajar con ellos en ese sentido, en temas de jip-jop, de cultura, música, etc. Hay otros temas de carácter nacional en los que nosotros hemos sido muy claros: no son competencia del gobierno distrital, son temas que solo corresponderían al Gobierno Nacional”.