“Yo lo que veo es menos gente comprando y más gente intentando vender algo”, dijo Angy Cometa, una mujer que durante la pandemia lo perdió todo y quien se refiere a la situación que ella vive con “los juegos del hambre”, historia en la que todos los días hay que luchar para comer y sobrevivir.

Cometa, de 26 años, le dijo al programa de Caracol TV que durante la pandemia ella perdió el empleo y se le acabó el “rebusque”, pues vender cosas está muy competido.

“Yo aguanto hambre en la calle, pero ver a mis hijas aguantar necesidades, un baño digno, (…) mejor yo las entrego a Bienestar Familiar”, dijo Cometa, que inmediatamente aclaró que aunque ese fue el pensamiento en medio de la desesperación, decidió seguir luchando con sus hijas a su lado.

La mujer es bachiller, estudió en el Sena pero nunca ha podido conseguir un empleo, luego de presentar cientos de hojas de vida, revela el medio: “Me exigían una experiencia laboral de por lo menos un año y yo no la tenía”, se lamenta Cometa.

Aunque a Cometa le gustaría salir a marchar en las protestas que hacen parte del paro nacional, ella dice que no se puede dar ese lujo, pues debe seguir sobreviviendo.

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La mujer vivía, con sus hijas de 10 y 8 años, en una habitación a medio terminar por la cual pagaba 350.000 pesos al mes que solventaba con las artesanías que ella misma hacía, pero la pandemia afectó las ventas.

Luego de varios meses de no pagar arriendo, Angy y sus hijas fueron sacadas de su vivienda y, en su primera noche en la calle, debieron soportar la lluvia en una esquina, con el temor de que las protestas se fueran a poner violentas y las agredieran.

El programa Los Informantes dice que este es solo un caso, pero que unas 20.000 familias o más se encuentran en una situación de pobreza similar, tan solo en Bogotá.

Este es el informe completo: