El cuestionado convenio W40 que Colombia firmó con ese organismo internacional, dice Rueda, tiene una particularidad tan incómoda como costosa.

Por administrar cerca de un billón de pesos durante 4 años para el pago a familias cocaleras que sustituyan cultivos ilícitos, “la ONU nos cobra el porcentaje más alto del resto del mundo, que en este convenio serán cerca de $ 135.000 millones, a título de “donación””, aseguró Rueda.

Pero eso no es todo, dice la columnista que en 2014 Colombia pagó a la Oficina contra la Droga y el Delito (Undoc), que tiene su sede en Viena, 62 millones de dólares, es decir, mucho más de lo que pagaron a ese organismo EE.UU y México juntos.

Y para completar, la costosa nómina de la ONU tanto en Colombia como en Europa también se pagaría con cargo al bolsillo de los colombianos.

“Al representante de esa oficina (Undoc) en el país, Bo Mathiasen, le pagamos los colombianos un sueldo de 60 millones de pesos al mes, lo mismo que a otros dos expertos en sustitución que importamos”, precisó la periodista.

A eso se suma que hay funcionarios, como Gloria Ospina, investigada por “omisiones, ineficiencias, irregularidades” en el manejo de la Uaesp, en Bogotá, sobre quien existe el temor de que su gestión no sea muy transparente.

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“Al frente de la Uaesp, entre 2006 y 2010 le abrieron 16 procesos (a Gloria Ospina) por supuestamente hacer contratos con familiares, amigos, exjefes, además de omisiones, ineficiencias, irregularidades. En solo uno fue absuelta y los otros 15 se los cerró el personero de entonces, Rojas Birry, quien andaba muy ocupado recibiendo donaciones de la pirámide DMG”, reseñó la columnista.