Marcos de Jesús Figueroa fue capturado en Brasil en octubre de 2014 y permanece recluido en la cárcel Picaleña de Ibagué donde el Inpec lo notificó de la orden judicial.

Sin embargo, en su contra existen otras dos órdenes de captura vigentes por otro homicidio, porte ilegal de armas y concierto para delinquir, por lo que es probable que no pueda salir de su celda, indicó Blu Radio.

Además, “tiene pendiente una imputación de cargos por el asesinato de tres personas y supuestamente liderar una red de sicarios al servicio de organizaciones criminales en el norte del país”, agregó Caracol Radio.

Esto pese a que en realidad su grupo criminal sería responsable de al menos 250 homicidios cometidos en los últimos años en La Guajira y Cesar, relacionados con ajustes de cuentas del narcotráfico y supuestos encargos de políticos de la zona, puntualizo la emisora.

Un oficio del Inpec advierte esta situación porque “se requiere que se le mantenga privado de su libertad intramural” y solicitó “las aclaraciones del caso a las autoridades judiciales competentes”.

La Fiscalía se defendió asegurando que la defensa tuvo estrategias dilatorias para no cumplir con las diligencias, pues no asistieron a ellas.