El joven estudiante estaba con sus amigos cuando varios policías los abordaron, les pidieron los documentos de identificación y les impusieron un comparendo. ¿La razón? “Propiciar la ocupación indebida del espacio público”, según dice el parágrafo 10 del Artículo 92 del Código Nacional de Policía.

“Los policías en ningún momento nos avisaron. No nos dijeron que no podíamos comprar ahí, sino que hicieron la multa por un valor de 800.000 pesos, relató el afectado a Citytv:

“En ese momento sí cometí un error comprando a un vendedor ambulante, pero también yo tenía la buena fe […] que ese vendedor tenía los permisos para ejercer la venta ahí”.

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El medio agrega que Claros no tiene la posibilidad de apelar la multa, y él asegura que no tiene los recursos para pagarla.

Meses atrás, un informe de El Tiempo constató que, en varias ocasiones, policías también compran los productos de los vendedores ambulantes.