El informe será publicado esta semana bajo el título “Silencio oficial: un grito aturdido de justicia en el marco de los veinte años del Esmad” y promete ser un certero golpe de opinión sobre un asunto que no ha sido completamente documentado por las autoridades estatales: las “muertes extrajudiciales” de campesinos, indígenas y estudiantes en manifestaciones públicas, indicó El Espectador.
La investigación de la ONG documenta 34 casos de posibles homicidios cometidos por hombres del Esmad desde el 2001 hasta la fecha. Se trata de una especie de memoria de hechos violentos, algunos con fallos que condenan a la Nación, y que repasan los nombres de quienes perdieron la vida en hechos en donde el Esmad habría tenido alguna responsabilidad, señaló el diario.
“Dilan no es la primera víctima fatal del Esmad en Bogotá. Y ahí están los nombres de Óscar Salas, Johny Silva, Giovani Blanco, Edison Franco, Yoel Jácome, Hermides Téllez, Diomar Quintero, Nicolás Valencia, Celestino Rivera, César Hurtado, Jaime Acosta, Nicolás Neira y siete más para un total de diecinueve”, son las cuentas del periodista vallenato Alfonso Sánchez Baute que, en una columna publicada en El Heraldo, afirmó que frente a estos hechos de violencia solo queda hacer la siguiente reflexión:
“La indolencia es mil veces peor que el odio”, dijo el también escritor y columnista de ese diario.
La ONG escarbó en artículos de prensa las noticias relacionadas con los casos de muerte de personas en acciones del Esmad, respaldó sus averiguaciones mediante sentencias y fallos judiciales, realizó entrevistas exploratorias, hurgó en bases de datos de otras ONG y solicitó información al Ministerio de Defensa y a la Policía Nacional a través de 16 derechos de petición que terminaron embolatados, algunos, en medio del silencio institucional, detalló el periódico.
De acuerdo con declaraciones suministradas a ese rotativo por parte de Alejandro Lanz, director de la ONG Temblores, el informe se elaboró triangulando datos a partir de siete fuentes de información y superando obstáculos oficiales que, sin embargo, no impidieron concluir que el Esmad es una de las estructuras de la fuerza pública con uno de los presupuestos más altos del gasto (más de 31.000 millones de pesos entre 2014 y 2017).
Se trata de un hecho relevante si se tiene en cuenta que el escuadrones antidisturbios nacieron en el país con el Plan Colombia, suscrito entre los expresidentes Andrés Pastrana y Bill Clinton en 1999, que tuvo financiación del Departamento de Defensa de Estados Unidos y que desde entonces ha cuadruplicado sus gastos y su pie de fuerza también se ha duplicado al pasar de 1.800 hombres a más de 3.300 efectivos durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, precisó ese medio citando el informe de la ONG.
Acerca de la ONG
Temblores es una organización no gubernamental de investigación y análisis de datos que trabaja fundamentalmente en desarrollar una metodología que permite atender casos de violaciones a los derechos humanos, documentarlos y emprender acciones estratégicas con la comunidad o con las personas afectadas. De hecho, cuenta un equipo de trabajo que incluso obtiene información a través de un “sistema callejero de documentación y registro de violencias policiales”, según el sitio su sitio web.
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