El ministro de Defensa, Iván Velásquez, no solo avivó la discusión pública al mencionar que se acaban los bombardeos a campamentos con presencia de menores de edad. Además, aseguró que la cartera bajo su administración no descarta la compra de aviones, una de las ideas que el presidente Gustavo Petro descartó durante su pasada campaña.

“Ese es un tema que está evaluándose sobre las capacidades de la Fuerza Pública en el equipamiento. Hay efectivamente una vida útil cercana de concluir de estos equipos. Estamos en la evaluación, pero lo que tiene que asegurarse es que no puede disminuir la capacidad que tiene la Fuerza Pública en estos momentos”, explicó Velásquez.

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El nuevo ministro enfatizó en que los elementos de defensa nacional no pueden desmejorarse e hizo especial mención a la flotilla de aviones supersónicos KFIR de la Fuerza Aérea. Según el excomandante de esa fuerza, el general Ramsés Rueda, el grupo de aviones cumple su vida útil en 2023, luego de haber sido adquiridos en 1989.

Sin embargo, el discurso del presidente Petro fue contrario a los anuncios de Velásquez. Por ejemplo, en marzo de 2021, el nuevo mandatario criticó las negociaciones para renovar la flota. “No entiendo un país que pueda aplaudir que no se usen los recursos para salvar la vida y, en cambio, si en instrumentos para bombardear niños”, dijo.

Del mismo talante fue el discurso de Petro el pasado 22 de junio, cuando ya se conocía su elección como presidente. En su cuenta de Twitter aseguró que “todo avión que se compre para instituciones públicas en estas semanas, se vuelve a vender. Le solicito al presidente Duque suspender esas compras”.

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Entonces, Duque le respondió que no se estaba adelantando ninguna negociación de último momento. De hecho, de conocimiento público era la intención de la Policía por adquirir seis nuevos aviones, cuyo proceso está en manos de la Corporación de la Industria Aeronáutica colombiana (CIAC). Una fuente de alto gobierno le confirmó a El Tiempo que, dada la polémica entre gobernantes, se suspendió la compra de un avión presidencial a Ecuador por 8 millones de dólares.