Estos dos departamentos ocupan el quinto lugar de las regiones con más área sembrada de cultivos de coca del país y aportan el 3 % al total nacional con 6.075 hectáreas.

 Esta semana la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó su informe anual “Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2021 en Colombia”.

(Le interesa: Preocupación por aumento de cultivo de coca en Norte de Santander: incrementaría violencia)

De acuerdo con este documento, el área sembrada con coca en el país incremento un 43 %, pasando de 143.000 hectáreas (ha) en 2020 a 204.000 ha en 2021.

La producción potencial de clorhidrato de cocaína también alcanzó su máximo histórico con 1.400 toneladas, manteniendo la tendencia al incremento que viene consolidándose desde 2014.

Lee También

En regiones como Meta-Guaviare, donde  se presentó una tendencia a la reducción durante los últimos cuatro años, aumentaron los cultivos de coca.

De acuerdo con el informe de la UNODC, esta zona del país ocupa el quinto lugar de las regiones con más área sembrada de cultivos de coca y aporta el 3 % al total nacional con 6.075 hectáreas, de las cuales el 70% están en los municipios de El Retorno, Miraflores y San José del Guaviare y el resto en 7 municipios del Meta.

En esta región del país se presentó un incremento del 36 % en área sembrada con respecto a los últimos cuatro años.

Por departamentos, el Guaviare aporta el 73 % de la coca con 4.435 hectáreas y el Meta el 27 % con 1.640 hectáreas.

Las mayores densidades de siembra de cultivos, entre 5-16 hectáreas por km2, se localizan principalmente en la jurisdicción de los Parques Nacionales Naturales Sierra de La Macarena y Nukak, con un núcleo de producción que se extiende de sur a norte por el municipio de San José del Guaviare hasta culminar en el río Guaviare, frontera natural con el Meta y con salida a la región Orinoquía.

 Y a pesar de mostrar un incremento del 33 %, el departamento del Meta aún se encuentra en niveles bajos de afectación, si se compara la serie de los últimos diez años: tres municipios reportaron menos de 100 hectáreas (Puerto Concordia, San Juan de Arama, La Macarena)  y Mapiripán no supera las 300 hectáreas sembradas. Además, todavía no se consolidan núcleos de área sembrada con cuatro años de recurrencia que puedan llegar a conformar enclaves productivos. Por otro lado, Guaviare mostró el incremento más grande en los últimos quince años.

Ante este panorama, el UNODC destacó en su informe que: “Esta región se ha caracterizado por la presencia de cultivos de coca en zonas de manejo especial, e históricamente estos departamentos (Meta – Guaviare) se han visto afectados por la presencia de GAI que buscan controlar ciertas rutas estratégicas fluviales como los ríos Guaviare y Guayabero para el tráfico de drogas e insumos químicos necesarios para su producción”.

Así las cosas, estas características geográficas han convertido a esta zona en punto estratégico para los cultivos de coca y el desarrollo de otras economías ilícitas como el tráfico de maderas, minería y la apropiación ilegal de tierras que generan grandes rentas a los actores armados que hacen presencia en esta zona del país.

En el último año los precios aumentaron en los mercados de venta de la hoja de coca fresca (41 %), PBC (21,4 %) y clorhidrato de cocaína (5,6 %) con respecto a su comportamiento histórico. Solo el precio de la base de cocaína presenta una disminución frente al año anterior cercana al 7,9 %.