El ataque ocurrió cuando el adolescente se encontraba en una sala a la espera del traslado, y sorpresivamente sacó un cuchillo y se abalanzó contra los presentes.

Según explicó en Noticias Caracol el comandante operativo de la Policía de Neiva, coronel Francisco Gélvez, al parecer un familiar del procesado fue el que le entregó el arma.

“Una funcionaria observa que alguien le pasa un cuchillo. El joven pretende huir y cuando va a ser interceptado por nuestro policía custodio, lo agrede”, confirmó el oficial.

El uniformado herido, identificado como el subintendente Camilo Reyes, dijo en el noticiero que por tratar de evitar que el joven escapara fue apuñalado dos veces en el brazo izquierdo.

“Yo reaccioné de una vez a cogerlo, y en ese momento él me lesiona. Me tumbó. Yo me paré como pude y otra vez me lancé sobre él a cogerle el arma blanca y evitar que se fuera, y otra vez me lesiona la parte de arriba del brazo, y abre la puerta y se da a la fuga”, narró Reyes.

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En cuanto a la madre del adolescente, el noticiero dice que sufrió una herida en la mano al parecer cuando quiso intervenir.

Al menor lo estaban acusando por homicidio, terrorismo y porte ilegal de armas, pues está implicado en el atentado con una granada que ocurrió en 2014 contra la estación de Carabineros de la Policía en Neiva.

La explosión se registró el 17 de diciembre sobre las 11:50 de la noche, y un policía que estaba de turno resultó con graves heridas en sus brazos y piernas, según registró el diario La Nación.

El coronel Gélvez señaló en el noticiero que el menor está sindicado de lanzar el artefacto explosivo.