Se trata de un médico internista e intensivista que trabaja en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Maternoinfantil Adela de Char, en Soledad, Atlántico.
En un video, que mostró en Twitter el periodista Ricardo Ospina, de Blu Radio, el doctor cuenta con la voz entre cortada que ese señalamiento no tiene fundamento:
“Es imposible que dejemos morir a la gente, nosotros fuimos formados para salvar”.
Pero además dijo que esas imágenes las grababa con la intención de hacer un llamado de auxilio por él y por todos los médicos del país que salen a diario a enfrentarse a la pandemia y muchas veces sin garantías. “¿¡Hasta cuándo?!”, señaló.
Esto no puede pasarnos. Él es José Julián Buelvas, médico intensivista, que lucha contra el coronavirus en Barranquilla y Soledad. Hoy le llegaron dos coronas fúnebres a su casa y a su trabajo. Hablaremos con él en minutos en @BluRadioCo pic.twitter.com/n7CnQ4xb7P
— Ricardo Ospina (@ricarospina) June 8, 2020
En diálogo con la emisora y con Ospina, el doctor Buelvas entregó más detalles sobre cómo recibió las coronas fúnebres. En primer lugar dijo que lo llamó el vigilante de la clínica y que le dijo que tenía una encomienda, cuando fue a recibirla estaba envuelta en una bolsa negra y en papel regalo.
Una vez vieron lo que era realmente, dijo, alertaron a las autoridades y buscaron salvaguardar su integridad y la de todo el personal de la clínica; continuó:
“Al llegar a casa encuentro la misma escena. Encuentro el mismo regalo, la misma corona fúnebre con fotos de mí y mi edificio. Había una amenaza de muerte haciendo referencia a la muerte de una paciente en pandemia”.
Dijo que ahora su familia y él viven en una zozobra para salir a la calle, que esta situación hizo que dudara de continuar en su labor y que ahora no sabe si regresará a la clínica, donde su especialidad es indispensable en la lucha contra el virus, y donde —dijo— ya se está llegando al límite de cobertura, pues según las cifras, este lunes murieron 17 personas contagiadas en Barranquilla y 11 más en todo el Atlántico.
El médico apuntó que ya instauró la denuncia ante las autoridades pero que no se le ha asignado ningún tipo de protección: “Recibir un sufragio en mi casa da mucho que pensar. Aquí no tengo seguridad”.
Por último, hizo una invitación: “Ya basta, suficiente. Tenemos que remar todos hacia un mismo punto. La desinformación es lo peor”.
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