Aunque ese proceso está abierto desde hace 10 años, tiempo en el cual Jattin ha seguido influyendo en la política de su departamento, la decisión del alto tribunal de dictarle resolución de acusación y revocarle la medida de libertad provisional se precipitó al revisar su caso.

La revisión tuvo origen en testimonios que indican que el proceso contra Jattin se ha dilatado por la relación profesional y personal que ha tenido ella con el hoy preso exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno. Además, Moreno fue apoderado de Jattin, informa El Tiempo.

“En buena parte de estos 10 años, su proceso ha estado en el despacho del magistrado Eyder Patiño. Esa dilación le permitió seguir siendo una jugadora fuerte en la política regional y nacional”, agrega el diario bogotano.

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“El proceso de la excongresista, de 48 años, lleva dormido un tiempo similar al del senador Musa Besaile, quien ya confesó haber pagado 2.000 millones de pesos para frenar su medida de aseguramiento. Por eso, ambos están siendo revisados”, le dijo una fuente de la Corte a ese medio.

Jattin fue integrante del Partido de la U y “reconocido alfil del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez”, recuerda, por su parte, El Espectador, y llegó a ser también presidente de la Cámara de Representantes. “Desde 2007 se conoció que su nombre había aparecido en el computador del jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, junto con otros políticos de la Costa Atlántica”.

“Recientemente, habría sido mencionada en los audios que comprometen a la Corte Suprema con el arreglo de procesos de personas que pasaron o pertenecen al Congreso”, agrega este medio, que también menciona que Jattin tiene otro proceso en la Corte Suprema por haber autorizado, en 2006, sobrecostos en convenios interadministrativos con la Universidad de Cartagena para instalar sistemas de sonido e iluminación en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional.