Aunque compungida y con el temor que permanece vivo, Lizeth se manifiesta “adolorida, pero muy agradecida” por la solidaridad recibida en las primeras horas tras lo sucedido.

Asimismo, sabe que el suyo es solo uno de los tantos casos que suceden en Bogotá, sobre todo en horas de la noche, pero espera que algo cambie contando lo que le pasó: “Ojalá mi caso sirva para poner la alerta”, dice.

Estación Quinta Paredes de Transmilenio

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García también afirma que la Policía reconoció tener identificada a la banda a la cual pertenece el delincuente que la violentó y confirma que en la zona son varios los casos como el suyo, pues es la estación que usan los trabajadores del sistema de medios públicos RTVC, pero no ha habido mayor atención por parte de las autoridades:

“Ya hemos denunciado que nos pongan luz, que nos pongan vigilancia. Hoy fue mi mano, después puede ser una vida”

Todo esto pese a que el puente donde sucedió el atraco este lunes desemboca en el costado sur en la acera de la embajada de Estados Unidos.

Entre otros detalles sobre el hecho, Lizeth cuenta que tras pedir ayuda, las autoridades demoraron media hora en llegar, pero “nunca llegó una ambulancia”.

También dice que en la sede de la Cruz Roja, donde la llevaron primero, la dejaron esperando mucho tiempo con la herida abierta, por lo que decidió trasladarse al hospital de Méderi, donde comenzó “otro Viacrucis”, del que salió hacia las 3 de la mañana con 8 puntos en una de sus manos.

Su compañera Jimena Cortés publicó un par de fotos sobre cómo quedaron sus manos tras la herida, que se ve pronunciada en el dedo corazón de su mano izquierda:

“Ese hombre pudo haber terminado con mi vida, así como así”, concluye la periodista de solo 25 años, y valora que no pasó algo peor como una puñalada en el estómago: “No estaría contando la historia”, lamenta.

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