“Es una gran victoria para las mujeres de Colombia”, le dijo a Diario Criterio Florence Thomas, a propósito de la despenalización parcial del aborto. Quienes hoy celebran la decisión de la Corte Constitucional saben que ella fue una de las primeras en alzar su voz para abogar por el derecho a decidir, incluso cuando hablar sobre el aborto era casi que prohibido.

En 1967, cuando llegó a Colombia, Florence Thomas se encontró con una sociedad en la que las opiniones e ideas de las mujeres no importaban, no eran escuchadas. Fue todo un contraste. Venía de París, donde se había aprobado la píldora anticonceptiva y los debates por la liberación sexual de las mujeres ya empezaban a ser frecuentes. “Ya se hablaba, incluso, del aborto y de la posibilidad de darle un estatus legal”, cuenta ella en su ensayo autobiográfico ‘Género: femenino.

Por eso, al llegar a Colombia, Thomas supo que había mucho trabajo por hacer e hizo aflorar la conversación alrededor del aborto y la educación reproductiva. Un diálogo que sentó el camino para la histórica decisión de la Corte Constitucional. Sin pelos en la lengua, en los años ochenta y noventa, Florence empezó a hablar de la necesidad de despenalizar el aborto y volverlo un asunto de salud pública. “Salimos a las calles, éramos diez personas, y salíamos a gritar: ‘Mi cuerpo es mío y sobre mi cuerpo decido yo’. Nos miraban como locas totales”, contó.

Y es que durante esos años llegaron al Congreso por lo menos siete proyectos de ley que buscaban despenalizar el aborto pero que no prosperaron. Se archivaron en 24 horas y el Congreso nunca logró siquiera empezar a debatir (…) Esa es una de las razones por las que, después de 1991, se pudo ir a la Corte Constitucional. Por medio del Congreso no hay ninguna posibilidad de cambiar la situación”, relató Thomas.

Florence Thomas. Foto: Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.
Florence Thomas. Foto: Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

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Aunque en ese entonces no se hablaba todavía de una ‘Marea Verde’, había organizaciones que dialogaban sobre los derechos y libertades de las mujeres. Estas mujeres, a su vez, abrazaron el trabajo de otras en el pasado.

Uno de los más destacados es el de la periodista y feminista Ofelia Uribe, quien luchó, desde 1930 y hasta su muerte, por la reivindicación de los derechos civiles, políticos y económicos de la mujer. Ofelia también organizó políticamente a todas las personas en que la mujer obtuviera el derecho al voto.

En 2014, cuando se cumplían 60 años del voto femenino, Thomas escribió sobre esa lucha: “Los sueños de un grupo de mujeres colombianas lideradas por Esmeralda Arboleda, Ofelia Uribe, Georgina Flechter, Josefina Valencia y Aydée Anzola, entre otras, se hicieron realidad después de más de dos décadas de luchas y esperanzas vanas”. También hizo una mención en su libro La mujer tiene la palabra: “Ofelia Uribe fue pionera e insurgente de la subjetividad de las mujeres en el espacio público”

Ellas y otras mujeres empezaron a construir, ladrillo a ladrillo, un país distinto, uno en el que el sistema patriarcal empezara a perder poder sobre la mujer, sus decisiones y su cuerpo.  También le abrieron camino a otras organizaciones. En 1985, junto con las académicas María Eugenia Martínez, Juanita Barreto, Yolanda Puyana, María Himelda Ramírez y Guiomar Dueñas, Thomas fundó el grupo Mujer y Sociedad, que cada jueves reunía a mujeres de ciencias sociales para abordar asuntos del feminismo.

Con el paso de los meses, llegaron más interesadas y se conformó la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres. “Estaba encabezada por un grupo de expertas y con algunas fundaciones como Profamilia, Católicas por el Derecho a Decidir, Oriéntame. Empezamos a trabajar duro”, contó Thomas.

La lucha por la despenalización del aborto se toma las calles en Colombia. Foto: AFP.
La lucha por la despenalización del aborto se toma las calles en Colombia. Foto: AFP.

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“La lucha empezó en serio con Mónica Roa”

El proceso dio uno de sus más grandes frutos en 2006, cuando la abogada, experta en derechos sexuales y reproductivos Mónica Roa llevó una demanda a la Corte Constitucional que empezaría a cambiar las reglas de juego alrededor de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). “Ya había organizaciones de mujeres que luchaban (…), pero la lucha empezó en serio después de la llegada de Mónica Roa. Ella llega y nos dice: ‘Dejen de pensar en el Congreso, vayamos a tratar de hacer las cosas bien por medio de la Corte’”, dijo Thomas.

La abogada Mónica Roa. Foto: Front Line Defenders.
La abogada Mónica Roa. Foto: Front Line Defenders.

Roa, en representación de la organización Women’s Link Worldwide, argumentó que negar el aborto en caso de violación “era imponer la maternidad, convirtiendo a la víctima en un medio de reproducción, sin opinión sobre su propio cuerpo, incluso cuando ya había sido víctima de una violencia”, explicó a Diario Criterio Mariana Ardila, abogada de Women’s Link que lleva más de diez años luchando por el aborto libre.

La demanda también incluía razones por las que era cruel obligar a una mujer a completar su embarazo cuando había malformaciones o riesgos para su vida.

Ese trabajo cambió la historia y la Corte Constitucional despenalizó el aborto bajo tres causales: cuando hay malformación del feto, cuando la vida o la salud de la mujer se encuentran en riesgo o cuando el embarazo es fruto de violación o incesto. Se trata de la ya famosa sentencia C-355 de 2006.

“Antes del fallo, Colombia estaba en la cola del mundo en materia de derechos reproductivos, era uno de los que mantenía la penalización total. El caso llevó a que se hablara de aborto en las aulas de clase, en las reuniones familiares, en los medios de comunicación…”, agregó Ardila.

Aunque permitir el aborto en las tres causales fue un paso enorme, la evidencia de los años posteriores demostró que no era suficiente. “Trató de funcionar, pero desafortunadamente no lo hizo, por este país godo, por las EPS. Un país que nunca hizo pedagogía. La mitad de las mujeres no lo conoce. Es un modelo que se agotó, que fue manipulado, que nunca funcionó para las mujeres vulnerables”, explicó Thomas.

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El nacimiento de Causa Justa por el Aborto

En febrero de 2020, con el ánimo de dar un paso más allá en los derechos sexuales, nació el movimiento Causa Justa. Integrado por varias organizaciones y colectivas de mujeres, Causa Justa empezó a hacer pedagogía sobre la necesidad de eliminar el delito de aborto del Código Penal.

Foto: Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres.
Foto: Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres.

El movimiento tiene dos pioneras: Ana Cristina González y Cristina Villarreal. González es fundadora del Grupo Médico por el Derecho a Decidir, doctora en bioética e investigadora en derechos sexuales y reproductivos e igualdad de género. Villarreal, por su parte, es coautora de investigaciones sobre aborto y decisiones reproductivas y cofundadora de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres.

Ambas estaban convencidas de que Colombia necesitaba y estaba preparada para un cambio que se centrara en el respeto de la capacidad de las mujeres de tomar decisiones tan íntimas como la de continuar o no con la gestación. Por eso, en 2020, Causa Justa presentó ante la Corte Constitucional una demanda para despenalizar el delito del aborto.

Ana Cristina González y Cristina Villarreal. Foto: Causa Justa.
Ana Cristina González y Cristina Villarreal. Foto: Causa Justa.

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Con un pañuelo verde, muchas mujeres acogieron la lucha de Causa Justa y salieron a las calles a marchar “por el derecho a decidir” y a exigir el “aborto legal para no morir”. “Hemos avanzado frente a los derechos sexuales y reproductivos. Hay menos estigma sobre la palabra aborto. Los medios han entendido la importancia de eso, sobre el hecho de que las mujeres somos ciudadanas plenas. Hoy estoy segura de que podemos discutir sobre esto de una manera más calmada, a pesar de que hay elementos todavía muy tenaces de la derecha, los conservadores, los cristianos”, dijo Thomas.

La decisión de la Corte tardó más de lo planeado, después de una serie de trabas y recusaciones, y finalmente llegó en febrero de este año, en plena campaña, y no como se esperaba, pues el delito de aborto sigue existiendo.

“Lo que me da susto es que pasó en una época electoral, porque evidentemente la derecha va a aprovechar para ganar votos. Pero es así, ¿qué hacemos?”, aseguró Thomas.

Eso, sin embargo, no ha impedido las lágrimas, los festejos y los abrazos por el fallo de la Corte. Colombia quedó a la vanguardia en materia de derechos sexuales, y se hizo evidente una vez más que lo más valioso del feminismo es que es un proceso colectivo y de continuo aprendizaje. “Muy bello que esta generación esté en las calles, reconociendo que hubo trabajo enorme antes de ellas. De sus abuelas, de sus madres. Y me alegra mucho que las mujeres están recogiendo esto. Yo voy a tener 80 años y me da mucha tranquilidad que mis nietas estén en las calles”, finalizó.

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