Para el próximo 27 de febrero fue citado en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el excomandante de las Fuerzas Militares, el general (r) Leonardo Barrero Gordillo. Quien el año pasado fue salpicado por alias Otoniel, líder del Clan del Golfo, por cercanía con las autodefensas, ahora deberá responder por presuntos nexos con estructuras paramilitares en el Urabá antioqueño y en otras zonas del país.

(Vea también: Tres hombres fueron capturados por instalar pasacalles del Clan del Golfo en vía de Urabá)

La JEP argumentó que está en condiciones de citar a todo miembro de la Fuerza Pública respecto de quien tenga información sobre su posible involucramiento en crímenes durante el conflicto. Todo para cumplir con el objetivo del esclarecimiento de la verdad y cumplir los derechos de las víctimas. En este caso, versiones voluntarias en los macrocasos de ejecuciones extrajudiciales y la situación de violencia en Urabá situarían a Barrero Gordillo en la posición de victimario.

“Es de resaltar que las víctimas y sus representantes (…) solicitaron que, en cualquier caso, el compareciente sea llamado a responder por los señalamientos que realizó en contra de él el testigo Dairo Antonio Úsuga David (alias Otoniel), en relación con el presunto vínculo que habría tenido con estructuras paramilitares durante, e incluso de manera previa, a su paso por la comandancia de la Decimosexta Brigada”, explica la JEP.

Antes de ser extraditado a Estados Unidos, Otoniel mencionó nombres de alto calibre del Ejército, de quien conocería sus pecados en la época que el criminal fue miembro de las autodefensas e integrante de reductos paramilitares. Uno de los primeros mencionados fue Barrero, quien presuntamente fue una de las piezas clave del Bloque Centauros en el Casanare para 2002. Tanto que se le habrían efectuado pagos al general (r) Mario Montoya para el traslado de Barrero a ese departamento, momento en el cual, según versionó Otoniel, quedó en la “nómina” de ese grupo.

Según Otoniel, la llegada de Barrero a Casanare habría significado una especie de empalme de inteligencia para el paramilitarismo. “Bajo la gravedad del juramento testifico que conocí a los generales Leonardo Barrero y Henry Torres Escalante y realicé operativos conjuntos con los soldados que estaban bajo sus órdenes cuando era paramilitar del bloque Centauros de las Auc y posteriormente como civil después de que me desmovilicé en el año 2006 y hasta el año 2008″, dijo.

(Lea también: Cárcel para alias ‘Mona’ por asesinar a pareja; la mujer haría parte del ‘Clan del Golfo’)

Asimismo, en el marco del macrocaso que investiga la victimización contra la Unión Patriótica, la JEP tiene información que vincularía a Barrero Gordillo con una falsa desmovilización de facciones guerrilleras del Epl y las Farc, en 1996. Entonces, el general (r) era comandante del Batallón 33 de Infantería de la Brigada XI del Ejército y habría permitido que esos subversivos terminaran engrosando las filas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.

Barrero Gordillo deberá ir acompañado de su abogado y tendrá derecho a no declarar contra sí mismo, o contra su familia. La diligencia se realizará en Bogotá. El general (r) tendrá a su disposición todas las declaraciones de Otoniel que lo vinculan con crímenes durante el conflicto. La JEP, por otro lado, invitó a participar de la audiencia a las víctimas de los macrocasos 03, 04, 06 y 08, para que escuchen lo que Barrero Gordillo tiene que decir sobre su trabajo en el marco de la guerra.