El jefe de Estado, en primer lugar, consideró en El Tiempo que es “habitual” que los mandatarios “estén amenazados en su vida y en su integridad por grupos armados organizados”.

Luego, detalló, aparentemente uno de los planes contra su contra que más lo ha marcado, pues incluye un riesgo para su familia y que los obligó a irse a vivir a la Casa de Nariño, pues no lo hizo apenas asumió por un ‘sindicato’ que se lo impedía:

“Mi propio cuerpo de seguridad nos advirtió en mi casa de familia, donde viví 18 meses siendo presidente de una intención que tenían ‘Los Comba’ de comprar el apartamento de abajo y tratar de explotarlo”.

Además, dijo que desde que está en la Presidencia han sucedido otros hechos que calificó como “incidentes”.

Uno de ellos, relató en el diario, en febrero de 2019 cuando “seis hombres armados que fueron capturados llegando a Valledupar que tenían la intención de disparar con rifles de largo alcance; yo iba a estar al día siguiente en la ciudad”.

También mencionó un plan contra su vida en Cauca revelado por el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez, para el 8 de abril de ese mismo año cuando preparaba una reunión con la Minga indígena.

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Y por último, recordó el reciente atentado contra el helicóptero en el que se desplazaba con su comitiva de Gobierno en Norte de Santander, en junio pasado.

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Sobre ese hecho, dio más detalles en Semana al confesar cómo se sintió y qué pensó en ese momento:

“Cuando tuve la oportunidad de ver los impactos de bala uno se da cuenta que el riesgo era muy alto, entre otras cosas porque todos iban en el lado donde yo regularmente me siento. Más que golpear el rotor yo creo que ellos estaban intentando introducir las balas en la cabina central donde de pronto hubiéramos visto a varias personas morir”.

Cabe recordar que en esa ocasión, el presidente se desplazaba por la zona de El Catatumbo acompañado de sus ministros del Interior, Daniel Palacios; y de Defensa, Diego Molano; además del gobernador de Santander, Mauricio Aguilar.

Así lo relató:

Además, en Semana sumó otros hechos y como lo enfrenta: “El año pasado tuvimos información de dos francotiradores que venían del exterior que posiblemente iban a tratar de atentar. […] Todas esas cosas pasan y tengo la tranquilidad de que hay un buen equipo de seguridad”.

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Iván Duque destacó que las personas a cargo deben ir siempre adelante en  las labores de inteligencia y añadió en conversación con la revista también admitió que no le gusta hablar de la muerte, aunque explicó por qué:

“Odio hablar de la muerte porque no me gusta invocarla. La muerte que esté lejos. […] No siento miedo, yo soy una persona de fe y confió en Dios”.

Sobre ese riesgo, también comentó cómo se lo transmitió a su familia: “Inmediatamente llamé a [la primera dama] María Juliana, ella estaba con los niños, y le dije: ‘Quiero que sepas, pasó esto. Estoy bien, todo está tranquilo'”, pero sobre todo transmitir la información a los niños y en eso María Juliana ha sido siempre un gran respaldo, siempre está alerta de ciertas cosas y advertencias que me hace muy oportunas. Mi mamá también sufre mucho por eso”.

 

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En es orden de ideas, insistió en que tiene plena confianza y respeto a su equipo de seguridad, y que valora el compromiso que tienen en proteger su vida y la de su familia en toda esta serie de hechos, aunque dejó otros por fuera como uno que incluye el avión presidencial.