La situación del megacolegio Antonio Nariño del barrio Nazareth en la comuna Siete no es nueva, cada vez que llueve, el agua de una canal que rodea la institución se desborda sobre la vía y pone en aprietos a los miles de padres de familia que llevan a sus hijos a estudiar.

Temprano en la mañana se ven la maromas que adultos y jóvenes se ingenian con tal de llegar secos a las aulas en medio de la fuerza del agua y el lodo, los profesores también lo saben y alistan sus botas; sin embargo, la situación es crítica, pues siete salones de clase de los grados transición y primero, así como el salón de danzas quedaron bajo el agua.

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La situación impidió que los niños recibieran clases y que se iniciara todo un proceso de desinfección para poder dejar en buen estado el colegio. El agua en varios espacios llegó hasta las rodillas.

Sobre la vía, ayer había un hombre retirando material de arrastre; sin embargo, el problema recae sobre el puente que se construyó años atrás y no tendría la capacidad para permitir el flujo del agua, también de la canal que permanece llena de tierra, maleza, escombros y basura. Días antes se habían instalado varios costales para intentar cambiar el curso de las aguas lluvias, pero la medida fue insuficiente.

Los salones se llenaron de agua.

“Los estudiantes no pueden pasar, le toca a los padres de familia alzarlos y llevarlos como dicen, al ‘tum tum’”, dijo uno de los ciudadanos que pidió una pronta intervención.

La situación se ha intensificado con las lluvias. Algunos padres de familia indicaron que la problemática ya se le notificó a Cortolima y a la Alcaldía a través de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, pero no habría una solución real, pues hasta ahora no se sabe quién tiene la competencia en el caso.

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Con las fuertes lluvias ha sido necesaria la presencia del Cuerpo de Bomberos, pero el carro tampoco logró llegar a la zona.

Se repite la emergencia

En la edición impresa del 3 de febrero del 2012, hace 10 años también se reportó el riesgo para los estudiantes, para ese entonces el pequeño puente que está frente a la institución no estaba construido, pero ya era de conocimiento de la comunidad la fuerza del agua que se registra en el canal con las aguas lluvias.