De acuerdo con una versión recogida por Noticias Caracol, a Rozo se le concedió el beneficio porque se agotaron los términos de ley para que permaneciera en prisión.

Aunque el presunto agresor ya no está recluido en un centro carcelario, sigue vinculado al proceso por intento de feminicidio y a la espera de que el sistema judicial avance en este caso que ha sido afectado por numerosos atrasos, como denunció la afectada a ese noticiero.

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“Inicialmente le dieron boleta para la cárcel La Modelo, pero terminó en la cárcel Distrital. Luego aplazaron la audiencia por el hecho que nos cogió un paro judicial el año pasado”, dijo Noreña al noticiero.

Asimismo, la periodista, que recibió una herida en el cuello y otras en la cara, manifestó que se sentía decepcionada e impotente, y sin garantías.

Me parece un discurso con doble moral que nos digan a las mujeres que debemos denunciar y cuando actuamos, cuando lo hacemos, pues nos damos cuenta de que estamos solas”, señaló la periodista a ese medio, al tiempo que expresó su temor de estar en riesgo de ser atacada nuevamente por Rozo.

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Noreña, de 27 años, salió de la sede de la calle 80, noroccidente de Bogotá, hacia un paradero del SITP la noche del 17 de abril de 2017, cuando al parecer un hombre llegó por la espalda, la agarró del cabello y le causó las heridas en el cuello y rostro.

El supuesto agresor de la joven sería Miguel Rozo, el exnovio, quien la habría atacado por un supuesto rompimiento de la pareja.

De ser encontrado culpable, el juez podría imponerle a Rozo una condena de hasta 25 años de prisión por el delito de tentativa de feminicidio.