Integrantes de la ‘Ola amarilla’ detuvieron a dos hombres señalados de cometer un hurto. Estos fueron entregados ante las autoridades y la víctima recuperó sus elementos.

Desnudo, así dejaron los conductores y comunidad a un individuo luego de que presuntamente cometió en compañía de otro un hurto contra un ciudadano.

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Esta redacción conoció que Juan José Orozco Mora salió del Banco Popular en el sector de La Alameda, donde fue abordado por dos ladrones, que con arma blanca lo intimidaron con el fin de robarle sus pertenencias. En medio de las amenazas, los ‘cacos’ le sustrajeron un iPhone 8, unos audífonos y un reloj.

Pero con lo que no contaba el par de delincuentes era que miembros de la ‘Ola amarilla’ evitaron que se salieran con la suya. Los taxistas se unieron y emprendieron una persecución que se extendió hasta el sector de Los Arrayanes, pero antes de entregarlos a los cuadrantes de la Policía Metropolitana de Ibagué, los maleantes recibieron varios golpes y a uno de estos le quitaron la ropa pese a las súplicas del ladronzuelo para que no lo hicieran. 

Los taxistas le recriminaron a los ladrones por robar a la gente de bien y exaltaron la unión entre ellos para evitar hechos delictivos en la ciudad, mientras que uno de los pillos decía “no sean así, no me peguen”, pero la petición no fue suficiente y le quitaron la ropa hasta dejarlo como Dios lo trajo al mundo.

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Una vez recibieron la golpiza, los individuos que habrían cometido el atraco quedaron en manos del cuadrante 24 del CAI Valparaíso, quienes detuvieron a Iván René Quesada Sánchez, de 25 años de edad y Jhon Fredy Maldonado Núñez, de 22 años, en la carrera Tercera número 70-19 del barrio Valparaíso. Estos quedaron a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía por el delito de hurto. En el hecho habría participado otro delincuente, pero logró escapar.

Asimismo, los taxistas que participaron en la captura, recuperaron los objetos de valor que los ladrones le hurtaron a la víctima.

Los conductores dejaron claro que dos de ellos les quitaron los audífonos y el reloj, y otros encontraron el equipo de telefonía que uno de los maleantes llevaba.