De acuerdo con una fuente judicial, la custodia del jovencito la tenía una tía con quien vivía desde hace un año, cuando Bienestar Familiar se lo entregó porque la mamá había muerto y el papá no quiso encargarse de él.

Por esto, los residentes del lugar dijeron en Noticias Caracol que en diferentes oportunidades vieron al menor con señales de golpes en su cuerpo y lo escucharon lamentarse por el trato que le daban en su hogar adoptivo.

“Llegaba muchas veces a la tienda con signos de maltrato. Incluso, el día antes de morir llegó con muchas marcas en las piernas porque le habían pegado con cinturón. Llegaba con muchos morados en las piernas y bracitos”, dijo Geraldine Cortés, vecina, al noticiero.

Sin embargo, en un informe de los investigadores de criminalística, conocido por Pulzo y redactado en el momento de la inspección al cuerpo del adolescente, describen:

“No se logra determinar que el cuerpo presenta signos de violencia externamente visibles”.

Pero los vecinos del conjunto residencial insisten en su versión y en la mañana de este lunes protestaron en el sitio para que las autoridades investiguen el caso.

Por su parte, Vanesa Hernández, líder de la comunidad, aseguró en el informativo que las personas encargadas del cuidado del jovencito ni siquiera le daban de comer.

“El niño venía presentado muchos signos de maltrato. Aunque se hicieron muchas denuncias porque el niño vendía dulces para comer. El castigo que tenía esta familia con él era dejándolo aguantar hambre y a veces lo amarraban”, según citó Caracol Radio a Hernández.

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Eso mismo confirmó Cortés, propietaria de la tienda del sector, que contó al noticiero: “Me decía: ‘Oye, es que no he desayunado o no he almorzado, ¿será que tú me puedes regalar algo de comer?’ yo le preparaba su sándwich y él hasta me pedía fiado”.

En defesa, Diana Marcela Parrado, integrante de la familia adoptiva del menor, desmiente las afirmaciones de los vecinos y señala que lo llevaron a su hogar luego de verlo en un comercial de ‘Los niños buscan su hogar’ del ICBF.

“Nosotros lo vimos y quisimos traerlo acá porque estaba solo. Lo trajimos y lo acogimos en la casa”, expresó la mujer, que además agregó que el adolescente tenía comportamientos agresivos y que, incluso, le habría insinuado a su tía su decisión.

“la semana pasada le dijo a mi mamá que qué haría si él se matara, mi mamá le respondió: ‘Usted cómo va a decir eso, pues yo me voy a poner triste porque usted es mi hijo’”, indicó Parrado.

De acuerdo con la declaración de la responsable del menor, ella supuestamente le dijo que lo esperaba a las 7:00 de la noche en la iglesia del barrio, pero él se negó porque quería estar.

Asegura la mujer que cuando llegó a la casa lo encontró suspendido de una sábana, le prestó los primeros auxilios y llamó a la ambulancia (que tardó 30 minutos en llegar), y esta determinó que no tenía signos vitales.

Por este caso, la autoridades anunciaron hacer una minuciosa investigación.