Entre esas dos jurisdicciones (la ordinaria, que representa la Fiscalía, y la Especial para la Paz) se mueve el caso de este oficial (r), señalado como uno de los principales responsables del oscuro capítulo que vivió el país entre los años de 2006 a 2008, cuando miles de jóvenes fueron asesinados en diferentes regiones y luego presentados como miembros de grupos armados ilegales para que las tropas obtuvieran beneficios.

El ente acusador tiene varias pruebas que comprometen al ex alto mando de las Fuerzas Militares en el caso de los falsos positivos. Se trata de documentos y testimonios a los que tuvo acceso el informativo y por los cuales el general Mario Montoya Uribe estaría al borde de una imputación de cargos.

Durante el periodo en que Montoya Uribe fue comandante del Ejército (febrero de 2006 a noviembre de 2008) se reportaron 6.699 muertes en combate. De ese total, 2.429 casos son investigados para determinar si se trató de asesinatos a civiles para inflar el número de subversivos dados de baja, y si el alto mando en ese entonces promovió estas prácticas criminales.

La Fiscalía también cuenta con los testimonios de los generales Jorge Arturo Salgado, que se encuentra activo, y Gustavo Matamoros, que ya está retirado. Ambos detallaron la política del conteo de muertos establecida por Montoya.

De acuerdo con lo consignado en la investigación y mencionado por el medio, Salgado señaló que “la medición de los resultados era esa: la cantidad de muertos en combate”, y agregó que “muchas unidades que se vieron envueltas en falsos positivos, seguramente fueron objeto de esa presión de obtener resultados ante personas inescrupulosas”.

Por su parte, Matamoros declaró que “la política del general Montoya con respecto a los combates, a las bajas, era la disminución del enemigo. A Montoya le tenían pánico en el Ejército y las personas que nos le enfrentamos éramos muy poquitas”.

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También contó que Montoya terminó muy molesto con el general Carlos Suárez, encargado de investigar el caso de los falsos positivos en ese momento. Sus hallazgos terminaron en la mayor purga militar de la historia del país hecha por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez y su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, en octubre del 2008.

“El general Montoya lo primero que dijo era que el general Suárez era un desleal”, relató Matamoros, de acuerdo con el noticiero.

En contraste con estas acusaciones, Andrés Garzón, abogado defensor del general Montoya, dijo al informativo que “una cosa es pedir resultados y otra es pedir muertos”. Según él, el asunto no es de estadísticas o denuncias, sino de pruebas directas que incriminen a su cliente; pero, para él, estas no existen.

Montoya anunció en julio pasado su sometimiento a la JEP, siendo el segundo militar de alto rango que busca someterse a ese tribunal. El próximo 10 de septiembre tiene la primera cita, pero las víctimas están convencidas de que esto es una maniobra más para evadir a la justicia.

Fuentes de la Fiscalía le confirmaron a Noticias Caracol que, a pesar de estas pruebas, les preocupa que, si Montoya es aceptado por la JEP, tendrían que parar la investigación debido al reciente fallo de la Corte Constitucional que le da vía libre a la JEP para que asuma las competencias que antes tenía la jurisdicción ordinaria en estos casos.

La fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, le ha hecho saber al Gobierno colombiano que no va a permitir la impunidad de los máximos responsables de los falsos positivos.

Montoya fue quien comandó los polémicos operativos en la comuna 13 de Medellín y también se le recuerda por haber sido uno de los cerebros de la Operación Jaque, en la que, con el uso de un helicóptero, las tropas arrancaron de las manos de las Farc a varios secuestrados, entre ellos, Íngrid Betancourt y a tres estadounidenses.

Cabe recordar que los falsos positivos son los civiles inocentes asesinados por miembros del Ejército Nacional que los hicieron pasar como guerrilleros muertos en combate. Estos homicidios tenían como objetivo presentar resultados por parte de las brigadas militares.