Zableh Durán se vacuna de antemano para que no lo ubiquen en la otra orilla del espectro político diciendo que por esa misma razón (que alguien sea senador no garantiza que sea capaz de manejar un país) tampoco le cree a Gustavo Petro.

Precisa que la culpa de que Duque esté donde está no es de él [Duque], sino de Uribe, “que hace con el Centro Democrático (y al parecer con Colombia) lo que le da la gana”.

“Uribe también es responsable de haber reencauchado a Pastrana cuando pensábamos que ya nos habíamos librado de él, y de darnos a María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Ernesto Macías”, agrega Zableh Durán en su columna. “Líderes como él se aseguran de rodearse de personas incapaces de hacerles sombra para no perder el control”.

El artículo continúa abajo

Y se burla: “A Duque lo hemos visto contradecirse con los impuestos y los acuerdos de paz, cosa que es normal porque ser político consiste también en decir una cosa y hacer otra. Lo hemos visto contestar con propiedad cuántos pares de Crocs tiene su jefe y cuál es el nombre de sus nietos. También lo hemos visto aguantar con estoicismo que frente a él usen la expresión ‘presidente Uribe’”.

Aunque también le reconoce cosas que han ocurrido en la realidad: “Lo hemos visto tocar guitarra, jugar tejo, cantar vallenato, hacer malabares con una pelota, reunirse con Maluma y anunciar un encuentro con Silvestre Dangond. Más recientemente lo vimos hablar en la sede de la Unesco en Francia sobre los siete enanitos, solito y en perfecto inglés”.

En su escrito, uno de tantos que han publicado varios columnistas en diferentes medios con ocasión de los cien días de gobierno, Zableh Durán asegura que Duque “hoy está demostrando que no tenía las capacidades para ejercer y está aprendiendo a gobernar como se aprende a montar en bicicleta: a los golpes y sobre la marcha. Nunca pensamos que podíamos tener montado a alguien peor que Pastrana […]”.