Todo comenzó este lunes cuando Ramírez y la Secretaria de Transparencia, Beatriz Elena Londoño Patiño, decidieron unir la tarea anticorrupción del Gobierno a la que adelantan Fiscalía, Contraloría, Procuraduría, Función Pública y Colombia Compra Eficiente.

La vicepresidenta puso a todos esos organismos en la alineación del equipo que imaginó para enfrentar a los corruptos y “castigar a quienes se están robando los recursos del Estado, aprovechando la agilización de los trámites de contratación, que permite el Decreto 417 de 2020 de Estado de Emergencia Económica y Social, para enfrentar la crisis sanitaria generada por la pandemia”, se lee en un comunicado de la Vicepresidencia.

“Se trata particularmente de articular competencias contra la corrupción; cada entidad va a implementar medidas que permiten castigar a los corruptos y blindar los recursos destinados a atender la emergencia sanitaria”, dijo la alta funcionaria, citada en el despacho oficial.

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Y usó términos muy duros, en un tono que motivaba a los integrantes del equipo que estaba planeando, aterraba a los malos y despertaba aplausos entre la ciudadanía cansada de los corruptos: “Seremos inmisericordes en la persecución y castigo a quienes están robando recursos o que pretendan engañar a las comunidades. No habrá piedad para ladrones, usurpadores ni lugar donde puedan esconderse”.

La Vicepresidencia dio por hecho que el equipo ya estaba listo para la misión, y lo dio a conocer a la opinión pública en el comunicado con expresiones como “Gobierno y Organismos de control, unidos en bloque contra corruptos”; “Vicepresidente y Secretaria de Transparencia emprenden trabajo conjunto con Fiscalía, Contraloría, Procuraduría, Función Pública, Colombia Compra Eficiente, uniendo esfuerzos contra la corrupción en contratación en emergencia por COVID-19”.

“Este bloque conformado desde ahora con la Institucionalidad en pleno, convocado por la Vicepresidente y la Secretaria de Transparencia, cerrará el paso al despilfarro de recursos asignados a la emergencia sanitaria, o a los que de manera tramposa se desvíen a las arcas de los corruptos”, se lee en otro aparte del documento.

Pero algo no salió bien. Tal vez, la vicepresidenta armó equipo y lo anunció a los colombianos sin haber hablado con los jugadores titulares que tenía en mente.

Este mismo lunes, el procurador general Fernando Carrillo, el fiscal general Francisco Barbosa y el contralor general Carlos Felipe Córdoba emitieron un comunicado conjunto en el que recuerdan que ellos ya habían armado equipo, en el marco de sus competencias, para enfrentar la corrupción en la que puedan incurrir funcionarios de todo orden (nacional, departamental y municipal) en la atención de los colombianos y la aplicación de las medidas para controlar el coronavirus.

En un tono más directo, las cabezas de los dos órganos de control y del ente fiscalizador marcan una clara distancia con la vice: “Como entes autónomos e independientes, no somos parte de ningún equipo élite liderado por la Vicepresidencia de la República relativo a la persecución de corruptos”.

Reiteran que “este equipo ya existe, se enmarca en nuestras competencias y es integrado por funcionarios de las tres entidades”, y anuncian que “en los próximos días” empezarán a mostrar resultados.