Todo lo contrario de Uribe, y otros ‘furibistas’, que ve a esos sectores de la otra Colombia como ‘castrochavistas’ y aliados del nacoterrorismno, y que tiene ganas de llegar al poder para vengarse de sus detractores.

“Si (Duque) quiere llegar al poder con el propósito de hacer un gobierno de centro, que mire hacia el futuro y se aleje de los populismos –como él mismo ha planteado en su último libro-, va a tener que traicionar a Uribe. Y si no lo hace, podría convertirse en en el Medvédev colombiano, aquel presidente ruso que terminó convertido en el perrito faldero de Putin durante 4 años de su gobierno”, dice Duzán en Semana. Duque ha dicho que va a respetar la libertad de expresión, y Uribe ya amenazó con sacar del aire a Noticias Uno.

“Falta ver si va a hacer lo mismo con los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que lo investigan por manipulación de testigos o con los fiscales que están a cargo por la investigación de su hermano”, dice Duzán. “Duque, inteligente como es, ya ha sido interrogado sobre qué hará si Uribe es llamado a indagatoria o condenado por manipulación de testigos y ha respondido que cree en el expresidente, pero siendo presidente le va a tocar asumir la posición de estadista que respeta la división de poderes y las decisiones judiciales. Eso será interpretado como traición”.

El artículo continúa abajo

Duzán también señala otra contradicción, cuando dice que Duque se presenta como el presidente del futuro y Uribe quiere volver al pasado cuando hizo de la “seguridad la espina dorsal de la política”, porque su odio por Santos le impide reconocer que la guerra con las Farc se desactivó. Si Duque no lo traiciona, “(Duque) quedará condenado a ser un apéndice del expresidente Uribe y ahondará aún más la polarización de la que todos queremos salir”.