Al conocer el hecho, agentes de una de las patrullas del cuadrante ubicaron a una de las masajistas, y las autoridades evalúan si imponerle un comparendo según el Código de Policía y una posible suspensión para ejercer estas actividades en la playa, indicó El Universal.

Paulina Calvo, una de las turistas, relató el momento en Blu Radio: “Se acercaron estas niñas a decirnos que nos querían dar una prueba de sus masajes. Entonces nosotros aceptamos la prueba porque era prueba, y en cualquier parte del mundo una prueba es gratis. Pensamos: ‘Si nos gusta, nos hacemos el masaje’; pero esos masajes no duraron más de cinco minutos y nos dicen: ‘Están listas. Son 150.000 pesos por cada una’, y a nosotras nos pareció muchísima plata y nos quedamos mirando, pero nos tocó pagar porque a unos pocos metros de nosotros había una pelea”.

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Las autoridades investigan si otros hombres están involucrados en el hecho, pues las extranjeras aseguran que se sintieron intimidadas porque otros trabajadores de la playa y vendedores ambulantes llegaron al lugar. “Contó que dos hombres empezaron a pelearse y cree que lo hicieron para intimidarla a ella y a sus acompañantes”, por lo que decidió pagar el masaje, agregó el diario local.