Las altas precipitaciones han provocado el desbordamiento de los ríos Guainía, Atabapo, Vichada, Guaviare e Inírida, todos afluentes del Orinoco, que sobrepasó sus máximos niveles históricos y vertió sus aguas en las capitales a su paso: Puerto Carreño e Inírida.

En Puerto Carreño la situación es crítica, más de la mitad de sus barrios están bajo el agua, a lo que se suma la proliferación de enfermedades respiratorias y la aparición de otras como el dengue.

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En Cumaribo, el municipio más grande del país, todos los caseríos están inundados. Hay más de 800 damnificados, en su mayoría población indígena, cuenta Noticias Caracol. Muchos se desplazaron hacia Inírida, donde la situación no es mucho mejor.

Según reportes de la gobernación del Vichada citados por el informativo, ya son más de 5.000 familias damnificadas y la cifra tiende a crecer.

“Este gobierno olvidó totalmente el Vichada y ya faltándole 10 días para irse no creo que le ponga el ojo al Vichada”,

Luis Carlos Álvarez, gobernador del Vichada.

En Guainía no escampa

En Inírida las pérdidas son incalculables. Los alimentos escasean y el puerto quedó enterrado por los cuatro ríos que comunican al municipio con el resto de la región, relata Red+.

En el resguardo indígena Yurí, donde habitan 500 indígenas, todos fueron afectados. Perdieron sus casas y sus fuentes de alimento, agrega Noticias Caracol.

La cifra de personas afectadas en este departamento asciende a 16.840, y los pronósticos no son alentadores:

“De acuerdo a las stadísticas y a los estudios meteorológicos, (las) lluvias llegarán hasta mediados del mes de agosto, por lo cual seguimos en calamidad pública”,

Javier Zapata, gobernador del Guainía.