“Conocemos el trabajo por medio de Facebook. La muchacha publicó la oferta de trabajo, nos dijo que enviáramos la hoja de vida y, finalmente, nos citó en el Portal Américas”, contó una de las afectadas en Noticias Caracol.

Las 10 víctimas acudieron a la cita de trabajo como impulsadoras, este miércoles en la mañana, se reunieron con una mujer y un hombre (falsos empleadores) que les entregaron los supuestos implementos de trabajo, una camiseta blanca y una gorra rosada, indicó el noticiero.

Luego de que las mujeres quedaron uniformadas, la pareja de delincuentes les hicieron guardar todas sus pertenencias en un restaurante, agregó otra víctima en el informativo:

“Nos hicieron guardar todas nuestras pertenencias en las maletas y, continuo a eso, nos llevaron a un restaurante donde guardamos todo en una bolsa de basura. Después ella se la llevó sola”.

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Lo peor de todo es que las mujeres trabajaron toda la mañana repartiendo volantes en esa localidad. Cuando terminaron su jornada laboral y buscaron a las personas que las contrataron se percataron del robo de sus bolsos, celulares, dinero y hasta la ropa, añade el medio.

“Yo fui con una compañera al restaurante y la señora nos dijo que ella [falsa empleadora] fue por las cosas, y que le dijo que nosotras habíamos salido de afán y la habíamos mandado a ella por las cosas”, dijo una afectada.

Finalmente, el periodista de Caracol mencionó que las autoridades “no les recibieron el denuncio” a las mujeres luego del robo masivo.

“Había cerca un Policía de Tránsito y le comentamos la situación, pero nos ignoraron totalmente. Realmente nos ayudó la gente de la calle”, aseguró una mujer.

Por lo anterior surge una duda, la Policía, cualquiera que sea su competencia o seccional asignada, en caso de que un ciudadano requiera de su ayuda ¿está en la obligación de ayudarlo? Se supone que, al menos, debería prestarle una orientación por aquello de que es “la Policía Nacional de todos los colombianos”.

¡Pilas! No caiga en estas modalidades de hurto. Asegúrese de que estas ofertas de empleo sean legales y cuenten con los requerimientos mínimos como oficinas y registros en Cámara y Comercio. Por ejemplo, esto decía el anuncio de empleo en el que cayeron las jóvenes:

“Empresa de mercadeo y publicidad busca personal femenino para sus diferentes campañas y clientes comerciales en la ciudad de Bogotá. Impulsadoras, promotoras, atención de cliente en stand, y asesoras en sector salud, comunicaciones, tecnología, finca raíz, licores y víveres. Interesadas dejar hoja de vida en formato Word o PDF”.