En realidad, para Pombo, más que el famoso trío de estrellas del cinturón de Orión (que, recuerda, se llaman Alnitak, Alnilam y Mintaka), la periodista y las dos políticas son “tres agujeros negros”.

Si bien el columnista hace unos microperfiles de Cabal y de Guerra (de la primera dice que le agradece por hacernos reír e “indudablemente juega un importante papel mediático en el uribismo”, y de la segunda destaca su “incapacidad de controvertir), en Rueda se extiende más porque para él es una “política y excongresista que funge de periodista”.

Pombo recuerda que Rueda fue jefa de prensa de la campaña presidencial de Álvaro Gómez, y la cataloga de “uribista furibunda” porque, rememora, alguna vez escribió “Me encanta Uribe. Soy muy uribista”.

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“Pero, y tengo un inmenso pero, pocos saben, o yo hasta ahora me entero, que la señora Rueda es cuñada de la ministra [del Interior] Nancy Patricia [Gutiérrez] y que su esposo, Miguel Rueda, tuvo que ver con Saludcoop”, agrega Pombo.

Por esas razones, cree que como los jueces, los fiscales y los funcionarios “deben manifestar sus impedimentos, los periodistas también lo deberían hacer, o al menos dejarnos saber quiénes son aquellos personajes que pueden influir en sus opiniones”.