Donadío, egresado de Derecho de esa misma universidad, uno de los pioneros del periodismo investigativo en América Latina, ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y autor de varios libros, asegura que Botero, decana de la facultad de Derecho de ese centro de educación superior, “cae mal parada en esta voltereta”.

Se refiere a que Botero ocupe desde comienzos de mayo pasado la dirección de la junta que supervisará los contenidos, los derechos humanos, la libertad de expresión y la seguridad del gigante de las redes sociales.

En su virulenta columna, Donadío sostiene que Botero “se pone al servicio de un monopolio, para lavarle la fachada”, y encuentra contradictorio que la decana esté “casada con la libertad de prensa”, pues fue relatora para la libertad de expresión de la OEA y se convirtió en vocera de los periodistas perseguidos de las Américas y especialmente del Ecuador, pero contraiga “un matrimonio bígamo con el enemigo número uno de la prensa mundial”.

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Sin embargo, llama la atención que el primer argumento que Donadío esgrime es relativo a los ingresos de los medios y no a la información. “Lo curioso es que Los 70.000 millones de dólares que el año pasado recaudó Facebook por publicidad es un monto que ya no reciben los diarios”, escribe en el diario bogotano.

Después expone un arsenal bien apuntalado. “Es impresentable que una decana de derecho asesore a una compañía [Facebook] incursa en actividades ilícitas”, dice, y recuerda que el fiscal Robert Mueller “demostró la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, conducta prohibida por las leyes de los Estados Unidos”.

Botero, al comparecer ante los medos después de su nombramiento, dijo que la iniciativa de Facebook “es un gran paso a nivel global como ejemplo de autorregulación en internet”.

“Estamos aquí para servir a una comunidad global y no ser una cámara de eco sino para incluir perspectivas que mejoren toma de decisiones”, agregó la decana de derecho de Los Andes en ese momento. “Todos los miembros compartimos un compromiso con libertad de expresión para afrontar este impresionante reto de analizar el contenido”.

“Considero que es fundamental crear un conjunto de reglas claras de moderación de contenidos en internet. Que se tome muy en serio el derecho internacional de los derechos humanos y especialmente los estándares internacionales en materia de liberta de expresión”, aseguró Botero en una declaración difundida por la Universidad de Los Andes. “Yo no creo que deben ser las plataformas las encargadas de tener la última palabra sobre si una información que puede ser de interés público debe permanecer en la esfera digital o debe ser expulsada de ella. Y tampoco creo que debamos entregarles esta facultad ca los gobiernos, porque me parece que esto equivale a entregarles la llave de la censura digital”.

Pero Donadío es absolutamente escéptico. “Facebook no va a cambiar. Cualquier control de contenido es imposible cuando cada día hay 500.000 nuevos usuarios”, lamenta, y sostiene que Zuckerberg “les entregó la dirección de un medio de comunicación propio (también llamado cuenta de Facebook) a los idiotas y estúpidos y a los partidarios de la crueldad, el odio, el racismo, la ignorancia, la barbarie y la xenofobia. Facebook son miles de millones de tabloides amarillistas al alcance de cualquier teclado. Ese modelo de cloaca ya estaba inventado. Zuckerberg lo potenció al ciberespacio”.