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La serie de conciertos titulada “Bogotá, mi Ciudad, mi Casa”, organizada por la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB), se erige como mucho más que una simple oferta musical; constituye una manifestación cultural profundamente consciente de su contexto y propósito. Estos eventos, que tendrán lugar los días 29 y 30 de agosto de 2025 en el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Colombia, se llevarán a cabo con entrada libre hasta completar aforo, subrayando una apuesta firme por la accesibilidad y la democratización de la cultura. Esta política, avalada y promovida por el Ministerio de Cultura, responde a la necesidad de abrir espacios para el disfrute y la educación artística de públicos diversos, reforzando así el tejido social y la identidad local.
El eje central de la programación es la obra “Jaguar Nocturna Bis para dos orquestas y electrónica” del compositor colombiano Edgar Rivera Laverde. Esta pieza, ganadora del Concurso Nacional de Composición Musical en 2014, destaca por su audaz integración de tradición y tecnología. Al combinar dos orquestas con elementos electrónicos, Rivera Laverde ejemplifica las corrientes contemporáneas de la música académica mundial. Según la Fundación Afrodescendiente Colombiana de la Música, la trayectoria de Rivera Laverde, nacido en 1954, ilustra el avance de Colombia en el panorama internacional del arte sonoro, fusionando identidad local y vanguardia tecnológica.
Este viaje musical no se limita a la producción local, ya que el repertorio incluye piezas universales como el “Concierto para piano en la menor, Op. 16” de Edvard Grieg y las famosas “Valses nobles y sentimentales” junto a “Bolero” de Maurice Ravel. La selección de estas obras abarca desde el Romanticismo europeo hasta el modernismo e impresionismo, permitiendo que el público transite por distintos estilos e historias de la música clásica. De acuerdo con expertos citados por The Guardian en 2024, ordenar programas que exploren diferentes épocas no solo estimula la apreciación artística, sino que fomenta el diálogo entre generaciones de oyentes y propicia espacios de aprendizaje cultural.
Una de las figuras más representativas de este encuentro es el pianista colombiano Daniel Díaz Padilla. Su recorrido formativo, que inició en Bogotá y continuó en Rusia hasta llegar al Conservatorio Chaikovski de Moscú, lo coloca en un rango internacional destacado. Díaz Padilla ha sido galardonado en concursos importantes y ha tocado en prestigiosos escenarios de Rusia y Colombia, lo cual testimonia la importancia de la formación global de los jóvenes músicos nacionales. Estudios de la Universidad de Salamanca confirman que estas experiencias internacionales aportan a la diversidad y competitividad de la música iberoamericana en la escena mundial.




Desde una perspectiva más amplia, la iniciativa se inserta en un movimiento para descentralizar la cultura en Colombia y fomentar la participación ciudadana en la vida artística. Desarrollar conciertos en el auditorio León de Greiff, situado en una de las universidades públicas más influyentes del país, evidencia la intención de llevar la alta cultura a espacios pluralistas e inclusivos. El Ministerio de Cultura de Colombia, en su informe de 2025, resalta la efectividad de estas políticas para fortalecer la cohesión social, facilitando el acceso de comunidades tradicionalmente alejadas de estos circuitos.
La batuta de Joachim Gustafsson, director titular de la OFB, garantiza un enfoque contemporáneo y altamente profesional. Su misión, según Revista Sinfónica (agosto 2025), radica en conjugar herencias clásicas europeas con expresiones modernas latinoamericanas, generando un espectáculo que, además de entretener, sirve de espacio reflexivo sobre la cultura actual y su proyección futura. Así, la programación adoptada logra su propósito de tender puentes entre la tradición y la innovación, trascendiendo las fronteras de lo meramente interpretativo.
En suma, “Bogotá, mi Ciudad, mi Casa” ejemplifica el papel de las instituciones culturales que, al conjugar talento nacional con trayectorias internacionales y programas equilibrados entre lo clásico y lo contemporáneo, propician una visión renovada sobre el poder transformador de la música. Según la UNESCO en su reporte de 2024, este tipo de proyectos contribuye decisivamente a la construcción de identidad, valores colectivos y promoción de la inclusión social a través de la música clásica.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Cuál es la relevancia del auditorio León de Greiff en la vida cultural bogotana?
Ubicado en el campus de la Universidad Nacional de Colombia, el auditorio León de Greiff se ha consolidado como uno de los escenarios más importantes para la música sinfónica y de cámara en Bogotá. Su historia está marcada por acoger tanto a grandes orquestas internacionales como a ensambles y artistas colombianos, estableciéndose como punto de referencia en la vida cultural académica y artística del país.
El auditorio también destaca por su labor en la accesibilidad y formación de públicos. Espacios como este han permitido que miles de estudiantes, profesionales del arte y ciudadanos en general tengan contacto directo con manifestaciones musicales de alta calidad, lo que ha fortalecido el aprecio por la música clásica y ha incentivado vocaciones artísticas a lo largo de varias generaciones.
¿Qué significa el término “música académica” y cómo se diferencia de otros géneros musicales?
El término “música académica” se refiere a composiciones musicales creadas en el marco de la tradición escrita occidental, comúnmente interpretadas en salas de concierto y bajo un enfoque formal de estudio y ejecución. Incluye la música clásica desde el Barroco hasta la contemporaneidad, y suele caracterizarse por su complejidad estructural, variedad de estilos y riqueza interpretativa.
Esta se diferencia de otros géneros musicales por su énfasis en la partitura, la formación especializada de los intérpretes y el proceso compositivo detallado. Mientras géneros populares pueden privilegiar la improvisación y una transmisión mayoritariamente oral, la música académica resalta el trabajo colectivo, la fidelidad a la obra y su permanente diálogo con la tradición histórica y la innovación estética.
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