A esa hora, Dairo Antonio Úsuga David fue preparado con casco y chaleco blindados, y esposado de manos y pies, en los calabozos de la Dijín, narró Noticias Caracol.

Después, un médico certificó su estado de salud y las autoridades lo reseñaron nuevamente, tal como lo mostró también el ministro de Defensa, Diego Molano.

Todo esto sucedió bajo la atenta mirada del director de la Policía, general Jorge Vargas, y del director de la Dijín, general Fernando Murillo, quienes acompañaron y fueron los encargados de entregarlo a los alguaciles de la DEA.

Para llegar a eso, se puso en marcha el gran operativo para el que se cerró calle 26, entre la sede de la Dijín y la puerta 6 de El Dorado, que da ingreso a la base militar de Catam, y más exactamente a la base antinarcóticos de la Policía, según contó el mismo medio.

La caravana, fuertemente armada, estaba compuesta por dos tanquetas blindadas y una escolta de unos 500 hombres, ante la alta posibilidad de fuga, comenta Caracol. El seguimiento incluía vigilancia desde el aire, con helicópteros que buscaban advertir y prevenir una posible interceptación.

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El recorrido no duró más de 10 minutos, aunque generalmente el tráfico lo puede alargar por muchísimo más, detalla el informativo.

En la base militar lo esperaba una avioneta bimotor de matrícula N110CP, en la que se embarcó y fue fotografiado por última vez en Colombia, antes de vérselas con la justicia estadounidense.

Así siguió el noticiero la travesía del narcotraficante hacia su extradición: