Según Acosta, Arias trabajó para Carrasquilla en 1996 en el Banco de la República, pero más allá de esta casualidad, los 2 los congresistas “fueron absueltos en sus respectivas mociones de censura y los defienden con adjetivos, pero sin desmontar las pruebas en su contra […]. Pues en politiquería el poder de una tajada de erario pesa más que los hechos, como cínicamente lo prueba Odebrecht que sigue tan campante en Colombia, como si nada”.

Este es el final del más reciente texto de José Roberto Acosta en El Espectador, donde arremete contra Carrasquilla por las polémicas en las que ha estado envuelto desde que se posesionó como ministro.

Acosta, en el inicio, dice que Carrasquilla trabajó “como asesor privado en contra de lo que ahora debe proteger como funcionario público”, por lo cual no hay garantías de que realice una buena tarea en el gobierno de Iván Duque.

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“¿Contribuir al control y detección de operaciones relacionadas con el lavado de activos y evasión tributaria? Pero si Carrasquilla tuvo la mala suerte de aparecer en el escándalo de los ‘Panama Papers’”, analiza Acosta y le reclama por mantener esto oculto hasta que Daniel Coronell lo sacó de la “oscuridad”.

“¿Asesorar y asistir a las entidades territoriales, como son los municipios, en materia de administración pública…? Pero si Carrasquilla fue quien diseñó la más perjudicial trampa de deuda contra 117 municipios vista en este siglo”, siguió cuestionándose sobre los escándalos.

Acosta asegura, en el caso de los bonos, que Alberto Carrasquilla recibió $22.657 millones, pero quería “los $159.000 millones que hubieran quedado al final de los 19 años de calvario para los municipios”.