El decreto 580 habla de una nueva etapa de “aislamiento selectivo con distanciamiento individual responsable y reactivación económica segura” que va desde este martes primero de junio hasta el miércoles primero de septiembre.

La orden sugiere conservar el autoaislamiento para disminuir la propagación del virus causante del COVID-19 en Colombia, e instruye al ministerio de Salud para que regule nuevamente cómo se podrán desarrollar diferentes actividades durante los tres meses de restricción.

Las medidas de aislamiento aplicarán para municipios con ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI) mayor a 85 %, en cuyos casos se prohibirán “eventos de carácter público o privado que impliquen aglomeración de personas”.

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Otra de las medidas que incluye el decreto es el cierre de la frontera con Venezuela, con excepción para casos como “emergencia humanitaria, transporte de carga y mercancía, fuerza mayor o salida del territorio nacional de ciudadanos extranjeros de manera coordinada por Migración Colombia”.

“Los gobernadores y alcaldes que omitan el cumplimiento de lo dispuesto en este decreto serán sujetos de las sanciones a que haya lugar”, de tipo penal o multas, concluye el decreto.

Aislamiento selectivo para acabar con la violencia y las aglomeraciones

Durante la mayor parte del 2021 el país se ha mantenido en estado de reactivación y reapertura, durante las cuales sufrió un segundo y un tercer pico de contagio. Ese último pico se ha mantenido durante varias semanas y es la razón principal que menciona el decreto para justificar el aislamiento en los sitios de mayor impacto.

Sin embargo, durante más de un mes se han venido manteniendo protestas en el marco del paro nacional. Durante ese lapso, el Gobierno ha venido advirtiendo sobre la peligrosidad que representan esas aglomeraciones por su potencial de propagación del coronavirus, pero ni siquiera eso ha evitado que continúen.

Las negociaciones con el comité del paro tampoco han dado frutos, y múltiples actos de vandalismo han venido agudizándose en paralelo a la protesta. En ese sentido, la nueva orden de aislamiento también apunta a frenar los actos de violencia, pues cita varios artículos de la Constitución que le atribuyen al mandatario la responsabilidad de mantener el orden público.

No obstante, con la seguridad como premisa, el aislamiento también evitaría que continúen las protestas, por lo que habría que ver si hay alguna mención por parte del Ministerio de Salud para las manifestaciones o este tipo de expresiones populares.