Los chats fueron revelados por Noticias 1, y demostrarían que, contrario a lo que dijo la empresa minera canadiense en un comunicado, los jóvenes sí estaban preocupados por unas amenazas de grupos armados que delinquen en el corregimiento de Ochalí.

Un día antes de que Laura Alejandra Flórez (de 28 años) fuera fusilada por la espalda y de rodillas —junto a sus compañeros geólogos Camilo Andrés Tirado Farak y Henry Mauricio Martínez Gómez, también asesinados en el campamento—, según el medio, ella chateó por WhatsApp con su padre, Jairo Flórez, y sostuvieron esta conversación:

Laura Alejandra Flórez

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  • Laura Alejandra: “Ayer tuvimos una socialización la comunidad”.
  • Jairo Flórez: “¿Y en qué quedaron?, ¿Y la empresa qué dice?”
  • Laura Alejandra: “A ver si nos dejan trabajar o no”.
  • Jairo Flórez: “Ay, mami”.
  • Laura Alejandra: “Dios quiera que sí”.
  • Laura Alejandra: “Aunque hoy pasó algo que nadie lo esperaba… y es que llegaron unos pantalones de uniforme rotos. Como si los hubieran rasgado”.
  • Jairo Flórez: “Ay, mami… uy, raro”
  • Laura Alejandra: “Como quien dice: ‘No queremos que estén acá'”.

Esos mensajes probarían que sí existían intimidaciones por parte del frente 36 de las disidencias de las Farc, liderada por alias ‘Cabuyo’, al parecer porque la compañía internacional no quiso pagar una extorsión, agregó el noticiero.

Sepelio de Laura Alejandra Flórez

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En su momento, Continental Gold en la misiva aseguró que todo estaba en orden y destacó que evitó una tragedia peor:

“Existían condiciones para realizar actividades de exploración en la zona […]. La reacción de nuestro personal de protección en el momento de los hechos evitó que fueran masacrados la totalidad de las 11 personas, logrando que 7 de ellos sobrevivieran al ataque”.

Por su parte, el gobernador de Antioquia Luis Pérez aseveró a los medios que la compañía nunca denunció amenazas a los trabajadores, y explicó por qué la madruga del jueves (día del ataque) no había presencia militar en la zona.

“El Ejército tenía unos 100 o 150 hombres cerca de la comisión donde estaban trabajando, y la misma comisión le pidió al Ejército que se alejara porque la comunidad decía que los atendían  bien sino estaba el Ejército. Entonces, el Ejército también se alejó por solicitud de las comunidades”, manifestó Pérez.

Las autoridades continúan con la búsqueda de los asesinos y su principal cabecilla, mientras se mantiene la recompensa de 50 millones de pesos para quien brinde información de la ubicación de los criminales.