El acto se llevó a cabo este lunes en el mismo lugar de los hechos, en el sur de la capital, y estuvo presidida por Iván Duque; el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y la cúpula militar.

El mandatario entregó a los familiares de las 22 víctimas, entre ellas de la cadete ecuatoriana Erika Chicó, un sable que tenía inscrito cada uno de los nombres de los fallecidos y la insignia que los identifica como subtenientes de la Policía.

De igual forma, en el fondo del campo en el que se realizó la ceremonia se develaron fotos de las víctimas, que estaban custodiadas por uniformados.

Sable
Homenaje a víctima del Eln / Twitter @DirectorPolicia

“Hoy es un día que trae dolor para muchas familias que nos acompañaron, familias llenas de patriotismo y abnegación, de sacrificio y de entrega, de oración, de reflexión, familias que le brindaron a la patria 22 ángeles”, dijo el Jefe de Estado.

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Duque destacó la voluntad de los cadetes asesinados para trabajar por el país y señaló que “hoy más que nunca Colombia tiene que rechazar la violencia y tiene que rechazar el terrorismo”.

“Colombia debe dejar claro que no existe causa alguna que justifique la barbarie del terror, que justifique un asesinato, un secuestro o un acto vil de criminalidad”, agregó.

El pasado 17 de enero la guerrilla del Eln atacó con una camioneta cargada con 80 kilos del explosivo pentolita esa escuela de la Policía, acción en la que también resultaron heridas otras 66 personas y murió el conductor del vehículo.

El ascenso de los 22 cadetes fue aprobado por el Congreso después de que el Gobierno radicara un proyecto de ley con el que buscaba rendir homenaje a las víctimas y otorgar pensión a los beneficiarios.