Estos datos contundentes fueron presentados por el índice de desnutrición crónica 2021 de la Fundación Éxito, que examinó las principales variables de este flagelo social en 1.076 municipios y corregimientos del país.

Allí, se detalla que el 40 % del territorio nacional reúne condiciones en las cuales predomina la desnutrición crónica en los menores de 5 años.

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En otro 18 % del país, la situación mantiene a los niños de esa edad en “la cuerda floja”, teniendo en cuenta que se presentan situaciones agravadas por la pandemia de COVID-19.

“Evaluamos factores como bajo peso al nacer, proporción de nacimientos de madres con menos de cuatro consultas antes del parto, calidad del agua y mortalidad en la niñez con datos de 2019, que son los que están disponibles. Por tanto, es de esperarse que la situación sea peor de lo encontrado al conocerse los efectos de la pandemia que hasta ahora se están midiendo”, detallo en un comunicado Paula Escobar, directora de la Fundación Éxito.

Los estudios demuestran los efectos a largo plazo que la desnutrición puede tener en los niños, en el momento del crecimiento y la formación cognitiva.

“Un niño con desnutrición crónica o retraso en talla antes de los 2 años puede tener en la edad adulta 14 puntos menos de coeficiente intelectual, 5 años menos de educación y 54% menos de salario”, detalló la Fundación Éxito en su análisis.

Las regiones en las que más se presentan casos de niños con desnutrición son la Amazonía, la Orinoquía, el Pacífico, y la región Andina, agregó el estudio.

“Tanto este reporte como los anteriores dan cuenta de una enfermedad multicausal, que constituye un asunto de salud pública y desarrollo económico, por cuanto cada individuo que crece sano aumenta la posibilidad de contribución a su población y disminuye gastos en salud”, resaltó la Fundación Éxito.