En un esguince más del clima, y después de varios días soleados, Bogotá amaneció este domingo 19 de febrero cubierta por una espesa niebla que, de manera infrecuente en el casco urbano de la ciudad, impide la visibilidad.

(Le interesa: Incendios forestales ponen en jaque a Cundinamarca; declaran alerta naranja)

Este fenómeno es muy común en la sabana cindiboyacenese y se ve  permanentemente en los municipios que rodean a la capital, así como en las vías que los comunican con la ciudad, pero es raro que se produzca dentro de Bogotá.

Hasta ahora, el Ideam ha alertado sobre la posibilidad de que las lluvias se extiendan y que, incluso, el país se vea abocado a más meses pasados por agua.

Sin embargo, en el comienzo de febrero, particularmente en la capital, se venían reportando días soleados, un verdadero respiro después de las lluvias de 2022 que se extendieron hasta bien entrado este año.

En los dos últimos días las cosas cambiaron y los capitalinos volvieron a ver los aguaceros. Este sábado, por ejemplo, estuvo gris desde por la mañana y terminó con fuertes aguaceros.

Por la noche, las precipitaciones amainaron y el amanecer por los cerros orientales se dibujaba soleado, pues el cielo en ese sector de la capital se pintaba con un naranja tenue.

Pero los bogotanos, por lo menos en el norte de la capital, se sorprendieron porque las condiciones cambiaron y una espesa niebla se abate sobre ese sector este domingo. La visibilidad es escasa y los más afectados son los conductores de vehículos.

La recomendación para ellos es tener prudencia y reducir la velocidad, aún más de lo que está permitido (50 kilómetros por hora) en varias zonas de la ciudad.