El reciente incremento en las facturas de agua de los ciudadanos de Bogotá ha generado incertidumbre y preocupación. A pesar de que el consumo del recurso ha disminuido debido a los ciclos de corte impuestos por la Alcaldía para enfrentar la baja en los niveles de los embalses, muchos habitantes han observado un alza en los montos que deben pagar.
Este fenómeno ha puesto en alerta a la población, cuestionando las causas detrás de estos ajustes, en un período en el que se debería reflejar una reducción en el gasto del líquido vital.
Según la normativa vigente, detallada por la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), los límites de consumo varían de acuerdo a los estratos socioeconómicos de la ciudad:
- Estratos 1 a 4: se estipula un consumo de hasta 12 metros cúbicos mensuales.
- Estratos 5 y 6: el límite se reduce a 10 metros cúbicos por mes.
- El máximo general permitido para cualquier hogar es de 22 metros cúbicos mensuales, con penalizaciones financieras si se excede.
Factores que pueden afectar la factura de agua
Aunque se consuma menos agua, existen diversas razones por las cuales su factura puede presentar un aumento. Entre las más comunes, según una fuente especializada consultada por El Tiempo, se encuentran:
- Fugas internas: a veces no son visibles y pueden estar provocando un consumo excesivo.
- Problemas en tuberías y desagües: la corrosión o los bloqueos pueden causar pérdidas de agua que no se detectan fácilmente.
- Presión excesiva del agua: aunque puede ser indicativo de un buen servicio, una presión demasiado alta puede provocar daños y fugas en las instalaciones. Si identifica alguna de estas situaciones, es crucial cerrar el suministro.
(Vea también: ¿Cómo leer el recibo del agua? Aprenda hacerlo con 5 claves para no pagar más de la cuenta)
Estrategias para Minimizar el Impacto Financiero
Reducir el impacto económico de las facturas de agua es posible implementando algunas sencillas pero efectivas medidas:
- Monitoreo y reparación de fugas: es vital hacer chequeos periódicos, especialmente en áreas como cocinas y baños.
- Uso eficiente del agua en la ducha y la lavandería: limitar el tiempo bajo el agua y optimizar los ciclos de lavado ayudan considerablemente.
- Instalación de dispositivos de bajo consumo: herramientas como aireadores y cabezales de ducha de flujo reducido pueden disminuir el consumo de agua.
- En un contexto donde el racionamiento de agua es una realidad, cada acción cuenta. No solo se trata de ajustar el gasto económico, sino también de contribuir al cuidado de este recurso esencial. Estas estrategias no solo facilitan la adaptación a la nueva normativa, sino que también fortalecen la responsabilidad ambiental en la comunidad.
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