Escrito por:  Redacción Bogotá
Abr 14, 2025 - 9:31 am

El dramático incremento de violencia en el sector esmeraldífero de Colombia continúa agitando a la comunidad y a las autoridades después de los recientes asesinatos de dos prominentes comerciantes de este mineral en Bogotá. Los incidentes señalan una potencial reinvención de viejas rivalidades y complican aún más el escenario de seguridad en la región.

Jesús Hernando Sánchez Sierra, un renombrado comerciante de gemas de Bogotá, fue asesinado a tiros el 6 de abril mientras se encontraba en su residencia en el norte de la ciudad. Este ataque se produjo apenas meses después del asesinato de su compadre y socio, Juan Sebastián Aguilar, conocido también como ‘Pedro Pechuga’. Ambos fueron atacados en circunstancias similares con francotiradores y en el mismo conjunto, ya que vivían en casas contiguas, según informó El Tiempo.

(Vea también: “Cueva perfecta”: revelan punto exacto desde donde mataron al esmeraldero Hernando Sánchez)

Ahora, días después de este crimen, se ha conocido que su esposa e hijos están viviendo un calvario después del asesinato, además de la empresa Seguridad Oriental y también Esmeraldas Santa Rosa, pues una organización criminal que se hace llamar Organización Supersecreta de Ajusticiamiento (Ossa), conformadas por supuestos mercenarios, les está enviando amenazas de muerte y hasta extorsiones, de acuerdo con el periódico.

Estos pagos oscilan cifras de 12.000 milones de pesos: 2.000 para el francotirador que mató a ‘Pedro Pechuga’, 5.000 en efectivo y el resto en esmeraldas gota de aceite. De hecho, investigadores sugieren que estas amenazas pueden venir desde las mismas cárceles y el ahijado de Hernando Sánchez pide que las autoridades tomen en serio esta situación, según el citado medio.

Pese a que Sánchez contaba con uno de los esquemas de seguridad más sofisticados aprobados para un civil, incluyendo dieciséis escoltas y múltiples vehículos blindados, esto no fue suficiente para detener a los atacantes. Estos crímenes han revivido el temor a una nueva era de violencia en las zonas esmeraldíferas de Boyacá, que anteriormente fueron escenario de conflictos sangrientos durante las décadas de los 80 y 90, de acuerdo con el rotativo.

Cuál es la empresa que investigan en el asesinato de esmeraldero en Bogotá

Además de sus negocios en el comercio de gemas, tanto Sánchez como Aguilar estaban vinculados con Esmeraldas Santa Rosa, una empresa que ha figurado en investigaciones sobre lavado de dinero y conexiones con el narcotráfico. Informes de las autoridades sugieren que estas actividades pudieron haber sido el móvil detrás de sus asesinatos, según el impreso.

La situación se complica con la aparición de Julio Lozano Pirateque, un exnarcotraficante con pasado en el comercio de esmeraldas que fue mencionado recientemente en relación con círculos de narcotráfico basados en Dubái y desde donde incluso se estaría orquestando un plan para asesinar al presidente Gustavo Petro, como él mismo lo expuso en un consejo de ministros pasado, de acuerdo con el citado diario.

Precisamente, en el informe periodístico se reveló que uno de sus escoltas era Víctor Mauricio Fandiño Martínez, quien era cuñado de Lono Pirateque. Este nombre del trabajador de seguridad ha llamado la atención de de agencias federales e investigadores.

Sanchez y Lozano tuvieron una empresa en la que fueron socios, denomidada CI Perfect Esmerald Limitada, que se dedicaba a la comercialización de gemas, la cual, según un allegado al medio de comunicación, “entró en liquidación desde 2011 y no facturó ni un solo peso”, pese a que en registros aparece una sede en el centro de Bogotá.

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Lo cierto es que las autoridades investigan todos estos nexos y el gremio de esmeralderos vive en zozobra, por la llamada ‘guerra verde’ que se podría volver a desatar en el país y que ya ha dejado por lo menos 4 muertes en los últimos años.

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El siguiente mapa, desarrollado por Esri Colombia, muestra información de homicidios reportados en Colombia por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

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