
La inseguridad en Bogotá, especialmente en áreas cercanas a los cerros orientales, ha mostrado un aumento preocupante en los últimos meses, afectando principalmente a deportistas y ahora también a conductores que transitan por la zona.
(Vea también: Pillos dejaron débiles del susto a usuarios de gimnasio en Bogotá: se infiltraron y robaron)
El pasado 10 de febrero, un incidente violento resaltó la gravedad de la situación cuando un hombre fue atacado mientras se encontraba en su vehículo. Carlos, cuyo apellido se ha omitido para proteger su identidad, narró cómo fue interceptado por un individuo en moto mientras conversaba con un amigo en su auto, estacionado en la avenida Circunvalar, justo al cerro del Monserrate, según informó El Tiempo.
“De repente, un individuo en moto se acercó, descendió y nos amenazó con lo que parecía ser un arma traumática”, comentó Carlos. El agresor, actuó con frialdad, exigiendo a Carlos que se bajara del vehículo. Al resistirse y tratar de escapar, situándose su auto en reversa, acabó impactando otro carro cercano, cuyo conductor también fue víctima del ladrón, de acuerdo con el impreso.
“A mí me dispararon en la cara y destruyó mi nariz”, relató la víctima, expresando el horror del encuentro donde, afortunadamente, el arma era de fogueo, evitando una herida mortal. Aunque Carlos logró huir en busca de ayuda, dejando atrás una escena caótica, fue solo al llegar a un parqueadero cerca de la entrada a Monserrate donde encontró una ambulancia, según el citado medio.
Los paramédicos respondieron prontamente, ofreciéndoles los primeros auxilios y transportándolo a un centro médico para recibir tratamiento. Este tipo de robos violentos no son aislados, y la frecuencia con la que ocurren en áreas colindantes a los cerros ha producido un alto grado de alarma entre la ciudadanía que frecuentemente usa estas rutas para actividades de ocio, deporte y transporte, de acuerdo con el rotativo.




Las autoridades están enfrentándose a un reto significativo, ya que los delincuentes actúan tanto en grupo como individualmente, complicando las operaciones de vigilancia y captura. Carlos, aún recuperándose de sus heridas, lamentó la situación y expresó su esperanza en que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos para garantizar la seguridad en la zona, capturando a los responsables de estos actos. “Las secuelas para mi salud son graves”, manifestó en el citado diario.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO