El sistema de transporte público de Bogotá enfrenta una grave crisis financiera que pone en riesgo su funcionamiento. El déficit actual del sistema es de 3.07 billones de pesos y solo tiene recursos asegurados hasta octubre de este año.
(Vea también: Nuevos cierres en Bogotá por obras del metro que durarán un año: hay rutas alternas)
Carlos Fernando Galán expresó su preocupación al afirmar que es improbable recibir los 825.000 millones de pesos esperados del Gobierno Nacional para 2024, lo que es crucial para mantener la operación hasta diciembre.
Este monto también influye en la decisión de aumentar o no el pasaje. En febrero, Galán decidió congelar la tarifa del componente troncal y unificarla con el zonal en 2.950 pesos, con el objetivo de incentivar el uso del sistema y reducir la evasión. El alcalde evaluará la medida en agosto de 2024 para decidir si es necesario aumentar la tarifa, comentó El Tiempo.
El SITP tiene un déficit significativo debido a la diferencia entre lo recaudado en pasajes (aproximadamente tres billones anuales) y el costo de operación (seis billones). El Distrito ha destinado 2.25 billones de pesos para el SITP en el presupuesto de 2024, pero no es suficiente. Darío Hidalgo, profesor de Logística y Transporte de la Universidad Javeriana, quien habló con el medio mencionado, afirmó que el costo mensual de operación es de 500.000 millones de pesos, mientras los ingresos son de 250.000 millones.
Si bien el artículo 172 del Plan Nacional de Desarrollo contempla la posibilidad de una cofinanciación, esa no es una obligación. Hidalgo menciona que la entrega de recursos nacionales es solo una opción y, con la baja en el recaudo, es probable que el Gobierno suspenda o reduzca gastos.
A pesar de la crisis, las validaciones en el sistema han aumentado y la evasión ha disminuido. Según Transmilenio, la evasión se ha reducido al 14.33 %, comparado con el 15 % a finales de 2023 y el 30 %, pero en 2022.
El futuro de Transnilenio depende de las decisiones que tome el alcalde y de si el Gobierno Nacional finalmente aporta los recursos pactados. La empresa espera que el déficit del FET disminuya en los próximos años con la implementación de buses eléctricos y de bajas emisiones, lo que ayudaría a reducir los costos operacionales y mejorar la sostenibilidad del sistema.
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