“Niña hermosa, ya estás acá”, con esas palabras, el bombero Cristian Molina concluyó el rescate de una gata de raza persa de tres meses que terminó metida en una tubería y puso a sudar a su familia y a los bomberos Medellín para rescatarla.

El hecho ocurrió este martes en una unidad en el barrio La Asomadera 1. Hasta allí llegó Cristian con sus compañeros tras el angustioso llamado de una familia que reportó que el extravío de su mascota. Resulta que la cachorrita salió a tomar el sol, pero sus propietarios la dejaron explorar por toda la acera y en un descuido ya no la vieron más.

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La gata decidió meterse en una tubería y cuando llegaron los bomberos llevaba una hora allí atrapada. Cristian hizo la inspección ocular con linterna y encontró que la gata estaba a metro y medio. Había que actuar rápido. Molina y sus compañeros se ingeniaron un rescate rápido, pero que requería total exactitud para no poner en riesgo la vida del animal.

Según relata Cristian, optaron por echar agua por la reja que conducía al tubo obligando a que la gatica se moviera y se acercara a la rejilla. El problema es que no podía salir porque la rejilla era más pequeña que su cabeza, además había riesgo de que la gatica tomara el otro camino, un desagüe que la dejaría ya fuera del alcance de sus rescatistas.

La solución que eligieron, cuenta el bombero, fue romper la rejilla, tomar una pita y amarrarla como pudieron por el cuello. Al mismo tiempo taponaron con periódico la otra salida. Pero había que hacerlo muy rápido porque la gatica podía fácilmente enredarse con la pita y ese sería su fin.

Con técnica y decisión, cuando vio que era el momento, Cristian haló la pita y de un solo tirón sacó a la gatica del embrollo en el que se había metido. El relato haría pensar que duró mucho tiempo, pero todo el procedimiento tardó unos cinco minutos. Claro que para la familia de la curiosa felina, seguro fue una eternidad.

Tras darle la bienvenida, Cristian le hizo una inspección rápida y la entregó de vuelta a su familia, mojada, pero completamente sana y salva.

La llamada que recibieron los bomberos para rescatar a la gatica no es algo atípico. Según Molina, es frecuente que se despachen emergencias para captura y rescate tanto de animales domésticos como de fauna silvestre.

Cristian, que lleva 10 años en Bomberos Medellín y es estudiante de medicina veterinaria, cuenta que cada vez que son llamados para rescatar a un animal ponen a disposición todos los recursos que tienen, incluyendo la flamante máquina 33, la única que garantiza que el Valle de Aburrá tenga una máquina plataforma capaz de atender emergencias en estructuras a 31 metros de altura.

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En muchos casos, sin embargo, por la característica de la emergencia, no logran salvar la vida de los animales. La buena noticia, tal como ocurrió en este caso, es que los bomberos tienen un amplio repertorio para rescatar a los animales que se les ocurre meterse en tuberías, trepar techos y árboles o meterse en angostos recovecos y laberintos.

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