Lo insólito es que la actitud de Jenny Ambuila se dio el día de la imputación de cargos en su contra por la presunta corrupción en torno al contrabando en el puerto de Buenaventura en la que estaría involucrada su familia.
De acuerdo con Darcy Quinn, ese día, como ocurre normalmente con los imputados, a los que les ofrecen comida (aunque muchos de ellos ni aceptan por la angustia e incertidumbre por la que están atravesando), les brindaron pollo de Kokoriko.
“Pues ella, muy ‘pinchada’, no aceptó. Dijo que no, que a ella le llevaran comida de Wok o de Crepes”, dijo Quinn en la emisora.
“Que si el pollo venía con una cartera Gucci, de pronto”, se burló Patricia Pardo.
Según Quinn, en la Fiscalía decían: “Esta niña es genio y figura”.
“Es mucha boleta, como se dice”, atinó a decir Darío Arizmendi sobre el episodio.
“Total. Ni de riesgos que la pillaran comiéndose una presa de pollo, una pierna, una alita”, se mofó Quinn, al reprochar la actitud de Jenny Ambuila en medio de “semejante angustia, como si no tuviera conciencia de lo que le estaba pasando a ella y a su familia, por culpa de ella, entre otras, y por culpa del papá, ni más faltaba”.
“Y no. Ella diciendo que, por favor, domicilio de Crepes o de Wok. Para que usted vea la jovencita lo que es, y este no era un tema solo de redes sociales”, terminó Quinn.
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