Durante 6 meses ellas tuvieron un intenso entrenamiento, cuya exigencia fue la misma para los casi 200 hombres que también cuidarán al papa Francisco, informó Noticias Caracol.
De acuerdo con ese noticiero, algunos días se levantaban a las 4 de la mañana para correr 20 kilómetros. Además, había otras madrugadas en las que debían subir el cerro de Monserrate, que se ubica a 3.152 metros de altura en Bogotá.
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Cada tarde recibían las posiciones que deben tener en la caravana papal. Para ello, debían correr con zapatos de tacón, mientras que los hombres lo hacían en traje de paño, agregó el informativo.
Todos ellos podían pasar, en cuestión de horas, de frío extremo a calor “para medir su capacidad física ante los largos recorridos del papa”, señaló Noticias Caracol. Bajo altas temperaturas se desplazaban trotando y corriendo.
La teniente Lina Cristancho, una de las policías que estará atenta a la seguridad del santo padre, indicó que todas están “absolutamente preparadas” para esta misión:
“Con mucho orgullo lo vamos a hacer. [Queremos] que el sumo pontífice vea reflejado en nosotras a las mujeres profesionales como policías, que se sienta a gusto y se sienta protegido”.
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